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El Papa Francisco recibió una cálida bienvenida en el país hermano.

En el aeropuerto se encontraban representantes de la Iglesia Católica. Entre estos el Nuncio Apostólico, Monseñor Nicola Girasoli, el cardenal Arzobispo de Lima, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y el Obispo de Callao. También el presidente de la República y consorte, junto a las autoridades políticas y civiles, y un gran grupo de fieles.

Un niño y una niña vestidos de blanco y amarillo, los colores del Estado del Vaticano, se acercaron a darle una ofrenda floral. Además, con la alegría y la festividad que caracteriza al pueblo peruano, se realizaron danzas folclóricas para acoger al Pontífice, acompañadas por la Orquesta Sinfonía por el Perú.

Como es muy típico de Francisco, una vez más rompió el protocolo en su visita por Perú. Antes de entrar a la Nunciatura apostólica de Lima, con micrófono en mano, expresó: “Muchas gracias por haber venido hasta aquí, ahora quisiera darles a todos ustedes la bendición”.

Es que desde que tocó suelo peruano lo único que primó fue júbilo y alegría. Calles abarrotadas cargadas de fervor y entusiasmo con miles de personas que lo saludaban al pasar.

En Perú tres ciudades lo esperan: Lima, una tierra que vibra con la devoción popular a los grandes santos peruanos. Puerto Maldonado, la puerta de entrada meridional al pulmón del planeta, y Trujillo, donde el Papa, entre otras cosas, encontrará a los damnificados por las calamidades naturales.

 Líderes indígenas tienen un pedido para el Papa

Los pobladores de la comunidad originaria “Boca Parinamu” no encontraron mejor forma de agradecer a Francisco por su visita apostólica a Perú que colocarle su nombre a más de mil 800 hectáreas de bosque de la Amazonía peruana. El presidente de la comunidad nativa recibió de manos de la Ministra del Ambiente el acta de constitución que le otorga el nombre de “Nihii Eupa Francisco” a estas tierras que significa bosque Papa Francisco, en su lengua originaria.

Ubicada en la provincia de Tambopata, en la región Madre de Dios estas hectáreas se convertirán en un área de conservación privada. Esta es la primera acción en caminada hacia su desarrollo.

El Santo Padre conocerá a través de esta acta las acciones de protección de los bosques que realiza la comunidad nativa en referencia a la reflexión de Francisco en su primera encíclica Laudato SI.

Por su parte, algunas de las necesidades que quieren explicar a Francisco son la titulación colectiva de territorios integrales y el fortalecimiento de la economía indígena con el desarrollo de los bosques naturales como una alternativa a la minería. Asimismo, los indígenas solicitaron la conformación de una misión de emergencia de la ONU para afrontar amenazas como el incremento de la malaria y VIH/Sida.

 

Vía: Vatican News – Aleteia

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