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La autoestima y la confianza de una niña se ven muy afectadas en la pubertad. ¿Por qué no nos sentimos hermosas? Queremos que nuestras hijas no pierdan esa confianza que les caracteriza de pequeñas y que la afiancen cada día más. Tenemos todo lo que necesitamos para que se conviertan en mujeres con un carácter fuerte, capaces de afrontar con energía y espíritu positivo todos los desafíos de la vida. Ambos, papá y mamá podemos hacer que esto sea posible. He aquí algunos consejos:

1. Trabaja en su autoestima

Deja que tenga voz en la toma de decisiones. Conforme con la edad y la madurez de cada una, deja que tome decisiones constructivas sobre su vida. Permítele escoger lo que se pone guiando su sentido estético, elegir las actividades que quiere hacer después de la escuela, o las amigas que quiere invitar, o como piensa organizar sus tardes. Recuerda que el conocimiento de lo que nos gusta deriva de las tentativas que hacemos para conocer algo. Con el tiempo, ella sentirá que está lista para tomar decisiones y cargar con las responsabilidades que llevan.

  • Incentívala para que resuelva los problemas en vez de solucionárselos.

Esa advertencia va especialmente para las mamás, que para simplificarnos la vida, a veces no dejamos espacio para que los demás crezcan en responsabilidad.

  • Permítele estar desacuerdo contigo para que aprenda a argumentar sus razones.

Estar en desacuerdo no es algo malo, siempre y cuando no haya falta de respeto. Educar a tu hija para que sea una mujer fuerte, significa saber vivir con ella. Ella tiene que practicar contigo como expresar y argumentar sus opiniones, especialmente cuando son diferentes de las tuyas. Sólo de esa manera estará preparada a tener ideas y opiniones personales y llevarlas a cabo. Brown y Lamb, coautoras del libro Packaging Girlhood afirman que las niñas necesitan una guía sobre como mantener claridad cuando están en desacuerdo con algo o acerca de cómo expresar sus sentimientos y a quien. Necesitan ayuda para no renunciar a sus convicciones. No todas las niñas van a querer luchar por lo que piensan, especialmente las niñas tímidas. Pero no hay que desanimarse y seguir intentando.

  • Deja que asuma algunos riesgos físicos.

“Las niñas que evitan los riesgos tienen una autoestima muy baja con respecto a las que están preparadas para los desafíos” afirma JoAnn Deack, autora del libro Girls will be girls. Empuja a tu hija para que supere su “zona de confort”, para que vaya pasito a pasito un poco más allá de sus miedos a través de pequeñas conquistas. Catherine Steiner-Adair, coautora del libro Full of Ourselves: A Wellness Program to Advance Girl Power, Health and Leadership afirma que es importante incentivar también a las niñas que no tienen una tendencia atlética para que desarrollen alguna competencia física mientras sean pequeñas. Puede ser tanto un deporte de equipo como un deporte individual. Según la autora las niñas necesitan crear una relación física con su propio cuerpo para construir su propia confianza.

  • Muéstrale que no existen cosas que no se pueden hacer. Sólo hay que tener determinación para llevarlas a cabo.

Papá y mamá: cuéntenle a su hija alguna experiencia propia de superación de los propios limites. Se quedará muy impactada. Y apóyenla para que tenga metas altas y sea capaz de lograrlas. Todo se puede lograr con determinación, fuerza y espíritu positivo.

  • Anímale para que desarrolle una pasión.

Según Simmons, autora del libro Odd Girl Out, la participación en una actividad que le gusta le dará la oportunidad de dominar los retos, lo que aumentará su autoestima y capacidad de recuperación para afirmar los valores intrínsecos en lugar de la apariencia.

2. Ayúdala para que construya una imagen positiva de su cuerpo

Hazle cumplidos que tengan que ver con sus competencias y cualidades personales más que con su aspecto exterior

Destaca su valentía, su energía, su generosidad, su determinación para hacer algo, su espíritu emprendedor. De esa manera le enseñas que tu la quieres por lo que es como persona y por su personalidad, no por lo que mide o pesa.

Enséñale cómo ser fina, atractiva y elegante sin necesidad de caer en actitudes sensuales

El ejemplo primero. El hecho de que tu dediques tiempo y esfuerzo a tu imagen (tanto que seas su papá como su mamá) va a afectar la construcción de su sentido estético. Dile cuando algo que lleva puesto no le queda bien o no es apropiado para ciertas situaciones. ¡Disfruta ir de compras con ella!

Nota para los papás: la presencia activa en la vida de vuestras hijas previene y cura las enfermedades alimentarias

La doctora Meg Meeker afirma a ese propósito que tu mirada es fundamental para ella. No le hagas percibir que necesita hacer algo para que tu la tengas en cuenta. Concédeselo espontáneamente, como algo normal. Tu hija necesita tu atención y hará cualquier cosa para obtenerla[1].

3. Fomenta el conocimiento de su mundo interior

Reserva un tiempo para estar a solas con ella y escúchala más de lo que hablas

Si reservas para tu hija un tiempo consistente y predecible, ella sabrá que en ese momento tu estás receptiva y disponible para escucharla. Esa será la puerta para que sea cada vez más consciente de su mundo interior y para que tu puedas ser una pequeña parte de ello.

Incentívale para que tenga amigas y para que haga equipos saludables con ellas

La vida social es algo muy importante para el crecimiento y la maduración de una niña. Las niñas que trabajan de manera cooperativa, son más propensas a aceptar riesgos y desafíos. Además la confrontación positiva con las amigas desarrolla el conocimiento de su propio mundo interior.

No te identifiques con sus fracasos ni con sus sufrimientos (nota especial para las mamás)

Los fracasos y los sufrimientos no son nuestra culpa y no son nuestros fracasos. ¡Ellas son personas distintas y diferentes de nosotros! Tenemos que reconocer el dolor que nuestras hijas están experimentado, solidarizarnos con ellas y hacerlas sentir aceptadas. Pero también tenemos que ponerlo en perspectiva, mantener la calma y no proyectar nuestras propias experiencias en las suyas.

4. Háblale de la diferencia entre sexo, sexualidad y amor

Explícale que el sexo es parte de la naturaleza física masculina y femenina mientras que la sexualidad abarca las cinco dimensiones y “se fundamenta (…) en la aceptación de las diferencias para complementarse gracias al amor[2]”. Por ello el sexo es mejor dentro de una relación de amor comprometido. El sexo sin amor en cambio lleva a una imagen sexualizada tanto del hombre como de la mujer y puede acabar en abuso.

Sean los primeros en hablarle de los cambios físicos y de todo lo relacionado con el sexo y la sexualidad

Si ustedes no lo hacen, otro lo hará. Y no del modo que nos gustaría. ¿No saben como hablarle de sexo? Mira aquí.

5. Limita la exposición a los medios de comunicación y ayúdale para que desarrolle un «filtro interior»

Los medios de comunicación son uno de las más poderosos instrumentos de condicionamiento social. Chequea lo que ve en la televisión. Ve la televisión con ella y comenta lo que ves. Hazle seguimiento a su actividad en las redes sociales. Al mismo tiempo proponle modelos femeninos positivos, que los hay aunque abundan más los negativos.

6. Educa a tus hijos varones para reconocer y valorar a una mujer fuerte

Podemos educar nuestra hija para que sea independiente, confiada, determinada y fuerte. Pero no podemos educarla a ella sin educar a los varones para que sepan aceptarla, admirarla, sostenerla, respetarla. Y quererla.

Por Maria Grazia Gualandi

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