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Se acabaron las vacaciones de diciembre, y los padres ya nos planteamos la mejor manera de volver a la rutina madrugar y la rutina que supone el regreso al cole.

Después de tantos días de vacaciones para celebrar la Navidad conviene tener en cuenta una serie de consejos para que la vuelta a la escuela después de las vacaciones no se convierta en una odisea y les cueste más de lo normal.

Revisar la rutina

La clave está en tener en cuenta cuál es su rutina y dónde radican las diferencias entre lo que hacen diariamente en los días de colegio y durante las vacaciones de Navidad. Cuando van al colegio, les toca madrugar. Aunque durante el periodo de las fiestas navideñas conviene que los dejemos descansar un poquito más, cuando vemos que el día de inicio del colegio se acerca, es recomendable despertarles un poquito antes para hacer costumbre.

Para esto es fundamental que poco a poco empiecen también retomar otras costumbres:

1. Acostarse pronto.

Así evitamos que se resistan a meterse en la cama por falta de costumbre. No olvides que a ellos no les hacen falta los famosos 20 días para convertir una costumbre en hábito. En seguida interiorizan tanto buenas como malas costumbres.

2. Mantener la hora del baño.

El baño relajante antes de la cena, ayuda a los niños a meterse antes en la cama y así hacer más fácil la vuelta al cole. Por eso, si tus hijos suelen ducharse cada día después de jugar y hacer los deberes (alrededor de las siete y media u ocho de la tarde) conviene que, los días que no salgan ni vayan a tener gente en casa, de forma que mantengan la hora del baño.

3. Cenar en familia.

La hora de la cena en familia es otra de las costumbres que debemos mantener. Las rutinas son excelentes para los niños. Así, aunque disfruten de las vacaciones, no se olvidarán de que existen rutinas por seguir.

4. Evita dejar los deberes para última hora.

Generalmente, los profesores de nuestros hijos suelen poner deberes para las vacaciones con el fin de que los niños no desconecten demasiado. Al fin y al cabo, esta es la única manera de reforzar los conocimientos y que, al regresar, no se les hayan olvidado los conceptos que aprendieron antes de haberse marchado. Además, entran en la etapa previa para la preparación a los exámenes finales. Por lo que es un buen momento para aprovechar.

5. Dedícales 20 minutos al día.

Tras haber hecho un esfuerzo intelectual importante, los pequeños tienden a liberarse de toda la materia memorizada y dejan espacio en su cerebro para los juegos y actividades de distracción. Esto no es un aspecto negativo pero hay que saber ponerle límites así que no podemos dejar los deberes para el último momento. Basta con dedicar 20 minutos al día a la realización de alguno de los ejercicios marcados.

6. Leer un ratito cada tarde. 

Aprovecha las vacaciones para fomentar un poquito el gusto por la lectura de los niños.

7. Mantén el orden entre sus cosas.

Tanto si nos hemos ido de viaje como si no, es totalmente normal que el estuche, los útiles escolares, los cuadernos se pierden por recónditos lugares de la casa. No hay que llevarse las manos a la cabeza ni tenemos que regañar a nuestros hijos. Lo que haremos será dedicar una de las tardes previas a poner todo en su sitio y así los educaremos en el orden y les trasmitiremos la importancia de disponer con precisión las cosas para volver a comenzar.

Elisa García
Asesoramiento: Colegio Europeo de Madrid vía Hacer Familia

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