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Algunos puntos que puedan ayudar a los padres de familia, llevar una buena relación con sus hijos, e incluso mejorarla.

1. Respeta a tu hijo

Uno de los aspectos que más reclaman los chicos hacia sus padres, es el respeto. Para ellos es de suma importancia que no se critiquen sus ideas, su forma de vestir, de caminar y decisiones. Es complicado pero necesario. Así como también de ellos para sus papás.

2. Motívalo

Todos los seres humanos solemos tener más habilidades para unas cosas que para otras. Observa en qué es mejor tu hijo y reconócelo. Y en lo que presente dificultad, apóyalo. Si tú tampoco conoces esa área, busca ayuda. Hazle ver a tu hijo, que aunque no podemos ser los mejores en todo, sí podemos dar lo mejor de nosotros. No dejes de estimularlo con palabras de aliento, con una sonrisa, un abrazo y atención.

3. Dale confianza en sí mismo

La confianza suele ser uno de los aspectos más difíciles de establecer, un poco por la gente que no se conoce, los peligros de la calle y un poco más por algunas dudas en cuestión a la educación que como padre le inculcaste. Si cometiste errores, tendrás que conversar sobre ello y estar atento, sin dejar de creer en él.

4. Prohíbete prohibir

A esta edad lo que menos se quiere escuchar, es: «te prohíbo…», más que negar algo, es una invitación a hacer todo lo contrario. Esta etapa todavía es mucho de tener una actitud de hacer lo contrario a lo que se les dice. Si consideras que algún hábito, actitud, acción no es correcta para tu hijo, evita esa frase y cámbiala por una explicación de lo que es y puede traer como consecuencia.

5. Conoce y acepta a sus amigos

Busca formas y momentos para conocer a sus compañeros de escuela y amigos de la calle. Evita prejuzgar por su vestimenta o peinados, más bien, escúchalos, obsérvalos y habla con ellos. Te dará una idea más fiel de quiénes son.

6. Establece disciplina, no castigo

Uno de los errores también muy frecuentes de los padres es querer intimidar con un castigo, que muchas veces no se lleva a cabo. En vez de esto, establece reglas con sanciones y derechos, y sea firme con ellas.

7. No emplees el bullying parental

Ni la violencia verbal y ni la física son aceptadas en ninguna etapa de los hijos. Si cuando era un niño no la utilizabas, no lo hagas ahora. Cambia tu estrategia: si estás demasiado alterado, respira hondo, deja de oír, y con un tono calmado, sugiérele calma y una conversación para un momento posterior, en la cual ambos tengan la opción de externar su sentir y sugerir una solución.

8. No le regales cosas que no se ha ganado

En estos últimos años, se está haciendo una costumbre el comprar objetos caros a los hijos. No importando la utilidad que pueda tener, si se trata de una distracción, o hasta de un riesgo. Los regalos caros no son una motivación cuando no cumplen con sus obligaciones, más bien es una señal errónea.

Tratar a nuestros hijos en esta etapa de sus vidas nunca va a ser fácil: hay muchos cambios físicos y mentales por los que ellos están pasando. Por lo mismo, espero que estos consejos te sean de utilidad. Una cosa sí me parce vital: el amor hacia ellos siempre será nuestra principal motivación y herramienta para atravesar esta etapa vital de definición que es la adolescencia.

Vía Familias.com

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