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No se puede comer lo mismo a los 40 años que a los 65.

No hay duda que una dieta equilibrada contribuye positivamente a mantener una buena salud, prevenir enfermedades y disfrutar de una mayor longevidad. Según se avanza en edad, el organismo cambia, y realizar una alimentación adecuada cumplidos los 65 años se hace igual de imprescindible para disponer de una buena calidad de vida.

Sin embargo, muchas personas mayores tienden a descuidar su forma de alimentarse. Una de las principales razones es la pérdida de apetito. Cada edad tiene sus peculiaridades a la hora de comer. Una persona de 40 años no se alimenta igual que una de 70. Además, según se avanza en edad el metabolismo cambia, se generan menos jugos gástricos, se saliva menos, se padece mayor estreñimiento, por lo que pueden surgir problemas de dentadura que dificulten en cierta medida la ingesta de determinados alimentos, se pierde el sentido del olfato y el gusto, sumado a esto la soledad, influye reduciendo el apetito porque a nadie le gusta comer solo.

Todos estos cambios no se producen de golpe, sino que van apareciendo de forma progresiva. Por ello existe la necesidad de no descuidar la alimentación dado que sus efectos pueden ser muy negativos. El cuerpo humano a partir de la sexta década de vida disminuye la absorción de nutrientes por lo que es más fácil que haya carencias que perjudiquen y deterioren el organismo.

Principales errores

  • tercera edadLas personas mayores tienden a comer lo mismo que cuando tenían 40 años, sin ser conscientes de que su organismo tiene otras necesidades.
  • Es conveniente llegar a la tercera edad con uno o dos kilos de más. No se puede llegar con exceso de peso ni con déficit.
  • No disfrutar comiendo cuando se prohíben ciertos alimentos por temas de salud. Lo ideal es buscar alternativas y ser creativos en la cocina para saborear con gusto los alimentos.
  • Realizar dietas sin consultar a un especialista, solo porque a la vecina se la han recomendado. Lo que le viene bien a uno puede ser perjudicial para otro organismo.
  • Beber poca agua y líquidos en general.
  • Tomar suplementos vitamínicos sin consultar con el médico. Algunos pueden interactuar con la medicación que se esté tomando.
  • Ahorrar a la hora de comprar comida. Los alimentos siempre deben ser de calidad y a esta edad, mucho más.

 

Vía: ABC de España

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