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Por Andrés Román J.
Estudiante universitario

Las personas somos seres creados para amar y nuestro corazón no estará tranquilo hasta que cumplamos con nuestro propósito de ser.

Nadie puede decir que es un perito en el amor, aún incluso los “gurúes del amor” no pueden afirmar su pericia puesto que los hombres y las mujeres somos seres inacabados en constante desarrollo, lo que indica que nuestra capacidad de amar se puede ensanchar o encoger según los actos que realizamos hacia uno mismo y hacia los demás.

Partiendo de la hipótesis de que no sabemos amar correctamente y que no conocemos nuestra esencia de ser, podemos entender la postura que hace poco, diferentes asambleístas, dieron a conocer al país en el pleno de la asamblea en el debate por el Código Orgánico Integral Penal.

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Es necesario que meditemos si están procurando amar a la mujer violada al permitir que se asesine a su hijo o hija

El pasado 10 de octubre, se debatió para establecer el aborto no punible “si se ha practicado para evitar un peligro para la vida o salud de la mujer embarazada y si éste peligro no puede ser evitado por otros medios; y si el embarazo es consecuencia de una violación sexual, interrupción que podrá realizarse hasta la semana 12 de gestación”.

El ideal por el que luchaban estas asambleístas fue para proteger a la mujer ecuatoriana y sus derechos sexuales y reproductivos. Es justo y necesario que el Estado proteja a todo individuo cuya integridad se vea vulnerada por actos de violencia.

De hecho, la Constitución del Ecuador, en la sección quinta (niñas, niños y adolescentes), en el artículo 45, afirma que “reconocerá y garantizará, la vida, el cuidado y protección desde la concepción”.

Entiendo la preocupación de aquellas asambleístas respecto a la protección de la mujer que ha sido violada. Y que quieran establecer normas para evitar estas tragedias. Sin embargo, es necesario que meditemos si están procurando amar a la mujer violada al permitir que se asesine a su hijo o hija en los casos antes mencionados. ¿Acaso el trauma de la violación es sanado al someterse al trauma del aborto?

Debemos procurar que nuestros actos de amor permitan el crecimiento y la felicidad de la persona amada. “El amor genuino constituye en una expresión de la productividad, y entraña cuidado, respeto, responsabilidad y conocimiento”.

Si tuviéramos pleno conocimiento deque hemos sido creados para amar y ser amados plenamente, el abordaje de los problemas en relación a la sexualidad humana serían distintos.

Se procuraría fomentar una sociedad en la que la búsqueda del bien común sea norma básica de comportamiento, en donde se respete la dignidad ontológica del ser humano sin excepción alguna. En donde se permita actuar siempre bajo el principio de libertad propia guardando respeto a los derechos de los demás. En definitiva, una sociedad donde el amor sea el eje principal en la vida de cada persona.

Exijamos que en el Ecuador se promulguen leyes que procuren generar armonía en la sociedad. Leyes que velen por el interés común de los ecuatorianos y no el interés basado en un enfermizo amor propio de quienes presidan el poder de turno. De esta manera, resolveremos los problemas sociales en los que vivimos puesto que trataremos al ecuatoriano y ecuatoriana como una persona capaz de “amar y dejarse amar”.

Textos consultados:
1 Constitución del Ecuador
2 Erich Fromm, El Arte de Amar, Capítulo 2, Página 46.

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