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¿Intentamos no perder el tiempo pero es como si nuestro barco tuviera grietas por todas partes? Aquí van algunas propuestas para salir airosos en el día a día.

  • Por la noche:

    • Revisa las tareas. Qué juiciosa te vas a sentir si a última hora de la noche das un vistazo a las tareas de mañana. No vale agobiarse: si te agobian, revisa la lista y tacha las que exceden tus posibilidades. Al revisar las tareas, podrás preparar material, chequear horarios de transporte, asegurarte de que tienes todo listo, etc.
    • Deja el celular fuera del radio de alcance de tu mano. No en la mesilla de noche. Normalmente nos robamos muchos minutos y hasta horas de sueño con el uso del teléfono cuando ya estamos acostados.
  • Al despertar:

    • Sí. Levantarse. No mirar el despertador y cambiar la hora para que suene 10 minutos más tarde. ¿Has pensado cuánto tiempo de tu vida pierdes dando media vuelta en la cama?
  • Durante el día:

    • Encaja piezas. Unas caben dentro de otras, posiblemente. Si recuerdas que tienes que llamar a tu amiga justo cuando estás trabajando, toma nota y aprovecha el descanso del almuerzo.

  • Siempre recuerda:

  • Rompe tu dependencia del celular. Comienza por cerrar el celular a la hora de las comidas (almuerzo y cena). Y dedica ese rato a convertirlas en un acto social: con la familia, con los colegas o con amigos.
  • Controla tu sed de redes sociales. Cada quien sabe lo que necesita y para qué las usa. Di cuántos minutos vas a dedicarle y sé inflexible contigo misma.
  • Analiza en qué empleas tú tiempo. Claro que lo sabes, me dirás, pero me refiero a si puedes rellenar esos tiempos que quedan algo “muertos”: una sala de espera en el médico o el dentista, el traslado en el autobús, el viaje en auto. Prevee qué harás en ese tiempo para rellenarlo así, no de cualquier cosa, sino de esa actividad para la que difícilmente encuentras minutos.
  • Lleva tu agenda. Es el clásico consejo, pero es que funciona. Da igual si está en Google o si es de papel, pero el caso es que ayuda. Cada uno tiene su propia estructura mental y orden, por lo que vale la pena encontrar una agenda donde quede reflejado nuestro día, el que está por venir y el que hemos cumplido. 
  • Anota lo que vas a hacer y no cambies el plan. ¿Tan rígido hay que ser? Por supuesto que la vida está llena de imprevistos. La vida ordinaria suele estar llena de extraordinarios. Pero eso no quita que queramos regirnos por una escala de valores.

¿Te surgen ideas nuevas? ¡Espléndido! Anótalas y si eres creativa, eso es bueno, pero hay que encauzar las propuestas de la imaginación. Si te están interrumpiendo otra tarea, toma nota y al acabar lo que estás haciendo ya decidirás cuándo las pones en marcha. Pero si duda no olvides de seguir los pasos anteriores.

Vía: Aleteia.org

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