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La experiencia del “Sínodo extraordinario” de 2014 nos deja una cosa clara: la percepción en la opinión pública que generaron los medios del mainstream fue muy diferente a lo que en realidad sucedió en el Aula sinodal.

Una situación similar se dio en la década de los sesenta durante el Concilio Vaticano II. Benedicto XVI lo describía así, poco antes de renunciar, en el encuentro con el clero de Roma, el 14 de febrero de 2013: “Estaba el Concilio de los Padres —el verdadero Concilio—, pero estaba también el Concilio de los medios de comunicación. Era casi un Concilio aparte, y el mundo percibió el Concilio a través de éstos, a través de los medios. Así pues, el Concilio que llegó al pueblo fue el de los medios, no el de los Padres”.

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Por eso el Papa Francisco, un mes después de concluido el Sínodo, dedicó buena parte de la audiencia del 10 de diciembre para aclarar algunas cosas: “Durante el Sínodo los medios de comunicación hicieron su trabajo y les damos las gracias. Pero a menudo la visión de los medios de comunicación contaba un poco con el estilo de las crónicas deportivas, o políticas: se hablaba con frecuencia de dos bandos, pro y contra, conservadores y progresistas, etc.”. Añadió que el Sínodo únicamente cuenta con tres documentos oficiales: Relatio Synodi, Mensaje a la Familia y Discurso del Papa.

El resto de documentos –sobre los cuales los medios centraron mucho su atención como fue el caso de la Relatio Post Disceptationem– eran únicamente herramientas de trabajo para los Padres sinodales, no enseñanzas definitivas del Magisterio de la Iglesia.

No es que los periodistas sean los malos de la película que se empeñan en confundir a sus públicos. Ciertamente, algunos medios tienen agendas y líneas editoriales opuestas a las enseñanzas de la Iglesia y, quizá, esto les complica informar con precisión sobre lo que sucede en un aula Sinodal, en un documento del Magisterio o en una intervención papal. A eso se suma que gran parte de los corresponsales en Roma no se han especializado en estos temas y que se basan en las coberturas delmainstream, y que muchos medios de comunicación en el mundo reproducen las superfluas coberturas de algunas agencias.

«A menudo la visión de los medios de comunicación contaba un poco con el estilo de las crónicas deportivas, o políticas: se hablaba con frecuencia de dos bandos, pro y contra, conservadores y progresistas, etc». Papa Francisco

Para ilustrarlo traigo dos anécdotas. La primera es la de un periodista francés recién llegado a Roma para cubrir el Cónclave. Nos conocimos en la Sala Stampa de la Santa Sede. Estaba preocupado: sus jefes le exigían enviar al menos una nota diaria. Buscando y rebuscando temas tuvo una idea: ir al colegio de los Cardenales para contar cómo se preparaban para llegar a ser príncipes de la Iglesia. Para su pesar, hablar del colegio cardenalicio no se refiere a un sitio físico, sino a la colegialidad con la que actúan éstos. Poco a poco fue conociendo la naturaleza de una institución milenaria como lo es la Iglesia Católica, pero mientras lo lograba, y para satisfacer a sus editores, reproducía casi al pie de la letra las coberturas de las agencias de noticias.

La segunda anécdota es sobre lo sucedido en la presentación del Mensaje a las Familias, después del Sínodo de 2014. La corresponsal de una cadena de televisión estadounidense preguntó al Cardenal Ravasi por qué no se hablaba en el mensaje de las familias de homosexuales. El purpurado respondió claramente: “Porque nos estamos dirigiendo a las familias cristianas y para el cristianismo solo hay un modelo de familia: la que nace de la unión entre hombre y mujer, fundada en el matrimonio”. La cuestión parecía cerrada, pero ella insistía. Después de varios intercambios de palabra, la periodista finalmente admitió que sus jefes le exigían este tipo de enfoques para generar interés en las noticias.

Regresando a la cobertura de los grandes medios, podemos ver cómo sus enfoques (frames) comunicativos eran de conflicto, reduccionistas a pocos problemas (como la comunión a los divorciados vueltos a casar, las parejas de homosexuales y los homosexuales en la vida eclesial), sin matices y con expectativas de un falso aperturismo de la Iglesia.

Me parece interesante reproducir una tabla de titulares que muestra los distintos enfoques que se dan en los medios generalistas o del mainstream y en medios especializados en tratar información sobre la Iglesia:

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Así que la moraleja es clara: como la gran mayoría nos informaremos del Sínodo a través de los medios de comunicación, es necesario seleccionar buenos medios que traten con precisión, serenidad, sin reduccionismos ni falsas expectativas, los temas tan complejos como los que se discutirán en el Aula sinodal. He puesto la tabla de medios especializados predominantemente escritos que realizó pero, como bien sabemos, hay muchas más fuentes de información confiables, que realizan una buena labor informativa. En formato video recomiendo Rome Reports.

Los temas que se discutirán son amplios y complejos. Este Sínodo tiene la tarea de profundizar en la trascendente misión de la familia en este mundo que plantea grandes retos. Para la mayoría de nosotros, el desafío será informarnos bien para poder transmitir las grandes verdades de este ejercicio de comunión en la Iglesia, realizado siempre cum Petro et sub Petro: con Pedro y bajo Pedro, con la presencia del Papa que es garantía para todos y custodia de la fe. El esfuerzo merece la pena.

 

Por: Jaime García

Católicos con Acción

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