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El estudio, publicado por una revista científica de alto impacto, se basa en las respuestas de 8.994 adolescentes de Filipinas, El Salvador y Perú.

La creencia de sexo seguro–que defiende el uso de preservativo para evitar riesgo de embarazo y contagio de VIH- podría favorecer que los adolescentes empiecen a tener relaciones sexuales antes que los jóvenes que no comparten esa creencia. Así lo revela una investigación de la Universidad de Navarra publicada por BMJ Open, revista científica de alto impacto de la Asociación Médica Británica. El artículo se basa en las respuestas de 8.994 adolescentes de entre 13 y 18 años de Filipinas, Salvador y Perú.

Es el primer estudio que analiza empíricamente la relación entre la creencia de sexo seguro y el inicio de las relaciones sexuales en adolescentes.

Los autores del artículo son Alfonso Osorio, profesor de la Facultad de Educación y Psicología; Jokin de Irala, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública e investigador principal de este proyecto; y los profesores de la Facultad de Medicina Cristina López del Burgo, Silvia Carlos y Miguel Ruiz-Canela. Todos pertenecen al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IDISNA) y al Instituto Cultura y Sociedad (ICS).

Según el estudio, esta asociación entre las creencias sobre sexo seguro y la iniciación sexual se da incluso teniendo en cuenta otros posibles factores como la edad, el sexo, el nivel socio-económico o la religiosidad.

“Aunque diversos expertos venían alertando de que el efecto era posible, este es el primer estudio que lo analiza empíricamente, con datos reales, y que además, encuentra resultados similares en tres países diferentes, con la misma metodología e independientemente de otros factores”, indican los autores.

Mensajes de promoción de preservativos

No obstante, dado el diseño transversal del estudio, estos resultados deben confirmarse con un estudio longitudinal. Esto implicaría hacer un seguimiento de los jóvenes a lo largo de varios años para confirmar dicha asociación, con el fin de diseñar estrategias más adecuadas para promover hábitos sexuales saludables.

En relación con los datos obtenidos, los autores destacan que “padres, educadores, autoridades de salud pública y los medios pueden estar interesados en revisar cómo se transmiten a los jóvenes los mensajes de promoción de preservativos”, haciendo hincapié en la necesidad de recordar a los jóvenes que “los preservativos nunca eliminan completamente el riesgo de embarazo o de transmisión de VIH”.

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