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El día jueves se llevó a cabo la primera gran celebración de la Misa en Bogotá. Los asistentes al Parque Simón Bolivar fueron llamados a no ceder a las «densas tinieblas»; y a «defender la vida, la familia y los derechos de los pobres».

El Papa Francisco culminó este jueves con fuerza su intenso segundo día de periplo colombiano. En este hizo un llamado a los colombianos a no ceder a las “densas tinieblas” que amenazan a Colombia. Sino a confiar en la luz del evangelio; trabajanado por una sociedad reconciliada que no deje a nadie “fuera de la barca”.

Entre las curiosidades de esta visita se encuentra la vestimenta que utilizó Francisco. Hecha con manos colombianas de colo blanca y un báculo de madera elaborado por cafeteros locales. Presentándose así pronunció una homilía cargada de reflexión y directa al corazón de quienes lo escuchaban.

Las palabras del Papa

Estas “densas tinieblas”, dijo el Papa, “amenazan y destruyen la vida: las tinieblas de la injusticia y de la inequidad social; las tinieblas corruptoras de los intereses personales o grupales, que consumen de manera egoísta y desaforada lo que está destinado para el bienestar de todos; las tinieblas del irrespeto por la vida humana que siega a diario la existencia de tantos inocentes, cuya sangre clama al cielo; las tinieblas de la sed de venganza y del odio que mancha con sangre humana las manos de quienes se toman la justicia por su cuenta; las tinieblas de quienes se vuelven insensibles ante el dolor de tantas víctimas”.

Para responder a estos desafíos, añadió el Papa que es necesario:. “volver a considerarnos hermanos, compañeros de camino, socios de esta empresa común que es la patria”.

Que nadie quede al arbitrio de las tempestades; subir a la barca a todas las familias, santuario de vida; hacer lugar al bien común por encima de los intereses mezquinos o particulares, cargar a los más frágiles promoviendo sus derechos.

“En Bogotá y en Colombia peregrina una inmensa comunidad, que está llamada a convertirse en una red vigorosa que congregue a todos en la unidad. Trabajando en la defensa y en el cuidado de la vida humana; particularmente cuando es más frágil y vulnerable: en el seno materno, en la infancia, en la vejez, en las condiciones de discapacidad y en las situaciones de marginación social. También multitudes que viven en Bogotá y en Colombia pueden llegar a ser verdaderas comunidades vivas, justas y fraternas si escuchan y acogen la Palabra de Dios”.

Mientras pronunciaba estas palabras una enorme multitud acompañaba sus palabras en silencio y reflexión; siendo uno de los momentos más emotivos de la larga jornada.

Alegría y colorido 

Francisco fue recibido por una inmensa multitud -más de un millón de personas- presentes desde tempranas horas de la mañana. Su entrada estuvo acompañada por música y color; al mejor estilo colombiano con la participación de la orquesta Filarmónica de Bogotá.

La ceremonia religiosa, que concluyó ya a la caída del sol,  cerró la primera gran jornada en Bogotá. Hoy viernes continuará en Villavicencio, donde habrá una instancia también impactante vinculada a la reconciliación.

Vía: Aleteia

 

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