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El tema religioso nunca fue ajeno a Daniela Loaiza. Su familia es católica, su papá es diácono y el amor a Dios y a la Virgen María han estado presentes desde niña en su casa. Desde el 2003, que ejerce su profesión como arquitecta, su cliente estrella ha sido Dios, pues la vida encaminó su carrera hacia el mundo de la arquitectura religiosa.

“Ha sido una bendición porque me ha tocado construirle su casa,¡imagínate semejante cliente!”.

“Tener la oportunidad de diseñar para Él (Dios) ha sido una bendición porque me ha tocado construirle su casa, ¡imagínate semejante cliente!”, nos cuenta esta chilena de 41 años.  Se radicó en Ecuador desde pequeña con toda su familia y su vida está en este país. Aquí estudió, se casó y ejerce su vida profesional.

Entre algunos de sus proyectos destacan la remodelación del Santuario de la Virgen de la Merced en Quevedo, la capilla del colegio Montetabor en Guayaquil y la construcción del Santuario de la Divina Misericordia, ubicado en el Km. 26, Vía a la Costa.

 

En el 2010 se puso la primera piedra del Santuario de la Divina Misericordia y se empezó a construir por etapas.
En el 2010 se puso la primera piedra del Santuario de la Divina Misericordia y se empezó a construir por etapas.

 

Desde el 2010 cuando se colocó la primera piedra de este último lugar, que recibió la visita del Papa Francisco, Daniela dirige su construcción; pues hoy continúa con el desarrollo del campanario que está próximo a inaugurarse. “Este es un proyecto grande que se construye paso a paso, porque se busca crear un centro de formación para que las familias no vengan solo a Misa, sino que estén un día entero en el encuentro con Dios”.

Al momento de plasmar estas construcciones religiosas, Daniela revela que su formación en la fe ha sido fundamental para llevarlos adelante. “Sin esa formación tal vez me hubiera costado un poco más o lo hubiera hecho más fríamente porque ese contacto con Dios me ha dado la tranquilidad y la facilidad para diseñar estos espacios”.

“Hay mucho trabajo por generar estos espacios, para que la gente se encuentre cada vez más con el Señor”.

Pero como todo arquitecto está capacitado para realizar cualquier tipo de construcción, también ha diseñado discotecas, viviendas, departamentos y algunas edificaciones. Si bien, cada una es diferente en diseño, sus proyectos tienen algo en común: una arquitectura ecológica y sostenible.

 

La remodelación de la capilla del colegio Montetabor fue otro de sus proyectos.
La remodelación de la capilla del colegio Montetabor fue otro de sus proyectos.

 

Esta madre de dos hijos y especialista en el uso del bambú, asegura que cuando se trata de construir una Iglesia, el profesional necesita conectarse con esa parte espiritual que demanda el proyecto “porque en este espacio que uno diseña, las personas se van a encontrar con Dios”.

Cada proyecto es un reto, nos cuenta, “pero es una satisfacción ser parte de él, porque la Iglesia necesita ayuda de todo tipo de profesiones: economistas, administradores, comunicadores, arquitectos, etc.”.

Ella hace un llamado a sus colegas a vincularse en más proyectos de la Iglesia porque “en Ecuador hay necesidad de la gente por encontrarse con Dios. En otras partes del mundo con arquitecturas fenomenales muchas Iglesias están botadas, pero aquí hay mucho trabajo por hacer, hay mucho por construir, por generar estos espacios para que la gente se encuentre cada vez más con el Señor”.

 

Daniela diseñó el Santuario de la Virgen de la Merced en Quevedo.
Daniela diseñó el Santuario de la Virgen de la Merced en Quevedo.

 

 

Por: María José Tinoco
Editora
mtinoco@revistavive.com

 

 

 

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