Compartir:
La grandiosidad de Cuicocha es palpable en cada detalle de su paisaje. Sus paseos en bote por las encantadoras aguas es la principal atracción de los visitantes. 

Desde el momento que llegamos a la laguna de Cuicocha el paisaje nos cautivó. Dos islotes en el centro del lago llaman la atención de todo turista, pues parecen colocadas estratégicamente en la mitad de sus aguas de origen volcánico, para adornar el sitio.

Este atractivo paraje natural queda en Imbabura, conocida como la provincia de los lagos, ubicada a 14 kilómetros del cantón Cotacachi. Mis acompañantes de viaje fueron un grupo de canadienses que recorrían parte del Ecuador en su último fin de semana en el país, como parte de su viaje de voluntariado.

Lo primero que hicimos fue dar un vistazo a las instalaciones de la Hostería Cuicocha y las pequeñas tiendas de artesanías que ofrecían adornos de distintos materiales: sombreros, blusas bordadas, productos de lana tejidos a mano y mucho más. Nuestro cronograma incluía el paseo en bote por las encantadoras aguas del Cuicocha, así que nos alistamos para embarcarnos en la lancha que nos esperaba en el pequeño muelle del lago. Nos colocamos los chalecos salvavidas y empezamos el recorrido.

cuicocha lago ecuador

Nuestro guía empezó a relatarnos el origen volcánico del lago y sobre las muchas leyendas que existen en estas tierras. En ese momento recordé una de las historias que mi mamá me contó alguna vez sobre los cuyes de monte que habitan en los islotes, ya que según se decía estos eran gigantes y hasta carnívoros.

Con las narraciones que nuestro entretenido guía nos proporcionaba, comprobamos que estos roedores realmente viven allí; pero, si poseen las características nombradas en la leyenda, no nos consta.

Cuicocha también es conocida como la laguna de los dioses. Según los investigadores, surgió como resultado de una erupción del volcán Cotacachi hace 3000 años aproximadamente. En sus aguas se pueden ver burbujas producto del azufre. Con respecto a la profundidad de esta laguna se habla de unos 200 metros y la extensión de la boca del cráter tiene un diámetro de tres kilómetros. ¡Wow!

El recorrido en bote incluía pasar por el “Canal de los Ensueños”, aquel estrecho espacio que separa las dos colinas y que tiene vegetación muy propia de Los Andes. El más grande de los islotes lleva el nombre del explorador alemán Teodoro Wolf y la más pequeña es llamada José María Yerovi.

Mis ojos curiosos se engancharon observando lo que ahora de cerca eran las laderas de las islas que a nuestra llegada las divisaba muy lejanas. Nos abrimos paso entre plantas acuáticas al atravesar las dos colinas. El motor de la lancha desaceleró totalmente para que los curiosos tripulantes estuvieran atentos y disfrutaran aquel pequeño trayecto de Cuicocha. Sentía que las colinas nos oprimían, pero concordé que era solo la impresión de estar allí. En pocos minutos aparecimos del otro lado y nuestras expresiones de asombro al haber atravesado el canal sacaron una sonrisa en nuestro conductor de lancha.

botes cuicocha ecuador

Cerca de la orilla al salir del canal pudimos divisar unos patos coloridos disfrutando del agua muy cerca de nosotros. Nuestro guía nos comentó, además, que por la zona es posible encontrar armadillos, conejos de monte, zorrillos y una diversidad de aves. Cuentan que en algunas ocasiones, con mucha suerte, se ha visto volar al majestuoso cóndor andino.

La grandiosidad de Cuicocha es palpable en todo detalle de su paisaje. Estar rodeada de cerros que encierran un cráter a una altura de 3.064 metros sobre el nivel del mar es una sensación increíble. ¡Y qué decir de navegar en nada más y nada menos que un volcán! No está inactivo y quizá algún día pueda despertar de su hermosa paz.

  

Por Silvia Aguiar 

Estudiante de Comunicación UEES 

Compartir: