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Gran aceptación del texto del Papa Francisco por parte de gobiernos latinoamericanos. 

En Venezuela, Maduro muestra su apoyo en la próxima Cumbre del Clima a los postulados del texto; en Ecuador, Correa se muestra impresionado y en Paraguay el gobierno refrenda el trabajo con los campesinos.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que la encíclica del Papa Francisco sobre el calentamiento global es «una bofetada» para la humanidad que él asume como cristiano, y que comparó con lo que su Gobierno llama «ecosocialismo».

«Asumo plenamente este compromiso como católico, como cristiano, lo asumo, Papa, lo asumimos desde Venezuela, recibimos la bofetada”, afirmó Maduro.

El mandatario valoró el documento pontificio como uno de los «más importantes que han salido en la últimas décadas» con un contenido «profundamente humanista, cristiano» aunque, defendió que en el país petrolero no son «capitalistas ni depredadores”.

En el texto, titulado Laudato si (Alabado seas), «están las bases de un nuevo ecologismo del mundo, de un nuevo ecologismo cristiano del mundo; Papa Francisco, nosotros en Venezuela (…) lo llamamos ecosocialismo y lo estamos construyendo», dijo el mandatario venezolano.

A propósito del documento, el jefe de Gobierno venezolano aseguró que su país prevé participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en noviembre próximo en París, para «exigir a los poderosos del mundo que firmen un nuevo acuerdo con compromiso para bajar las emisiones».

Maduro dijo que giró instrucciones a su canciller, Delcy Rodríguez, para que la comisión presidencial que está preparando la participación de Venezuela en la cumbre de París estudie el texto de «inmediato».

Maduro, al igual que su antecesor, el fallecido Hugo Chávez (1999-2013), ha criticado reiteradas veces la voluntad de los países ricos para luchar contra el cambio climático y las «soluciones capitalistas» que proponen.


Ecuador: Presidente Correa “impresionado»

«Es impresionante, es impresionante Alabado seas, la última encíclica del papa”. Así se mostró Rafael Correa en su programa semanal de radio y televisión al hacer alusión al texto.

Correa, quien se describe como un cristiano humanista de izquierda, agregó que el documento de Francisco es «sobre ecología básicamente», pero también «habla de los pobres y la desigualdad”.

El presidente se hizo eco principalmente del mensaje papal sobre la necesidad de «exasperarse» de «las enormes inequidades que existen».

«Estamos en el continente más inequitativo del mundo, y muchos no solo no se exasperan sino que quieren mantener la situación actual, mantener sus millones, mantener la exclusión», comentó Correa.

En su encíclica, explicó, el Papa reclama una «revolución valiente» para salvar el planeta frente a la amenaza del consumismo y acusa sin rodeos a la política, a la tecnología y a las finanzas de depredar el medio ambiente y generar pobreza.

Paraguay y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra

En Paraguay, el INDERT celebró las palabras del Papa sobre el derecho del campesino a su tierra y mostró que la encíclica reafirma lo que disponen la Constitución Nacional y las leyes agrarias del país.

“La tarea que está haciendo el Gobierno Nacional, a través de INDERT, para recuperar tierras y entregárselas a los campesinos paraguayos beneficiarios de la reforma agraria, está en perfecta consonancia con las palabras del Papa”, explicaron, y por eso, lo consideraron un apoyo tácito a la tarea que está realizando el Gobierno Nacional.

Recordaron la carta pastoral de la Conferencia Episcopal Paraguaya de 1983, que señala “que debe estar garantizado para que no sea ilusorio sino real” y mostraron que, además del título de propiedad, el campesino debe contar con medios de educación técnica, créditos, seguros y comercialización”, a lo que se agregan dos factores más: transferencia de tecnología e intercambio de experiencia y conocimientos.

Finalmente el ente agrario señaló que la doctrina esgrimida en la encíclica Laudato Si es la que está aplicando la institución de acuerdo a las leyes nacionales y constituye un enorme espaldarazo a la política de desarrollo rural y de arraigo de los campesinos a la que está el Gobierno Nacional.

 

Vía Aleteia

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