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Los valores no son solo un deber de la escuela, estos deben empezar desde casa para así trabajar en conjunto.

Si nos centramos en el significado de educación nos encontramos con la acción de desarrollar la capacidad intelectual de una o varias personas. Sin embargo, hay una educación que va más allá de las materias, asignaturas, conceptos y números: la educación en valores.

Concretamente, ¿en qué consiste educar en valores? En términos generales se refiere al conjunto de estrategias que tienen como finalidad instruir en civismo y en modelos de convivencia basados en empatía, respeto e igualdad. Si las asignaturas dictadas en el colegio nos enseñan el “qué” y “cómo”, la educación en valores nos da las respuestas del “para qué”. Razón por la que varias instituciones educativas del país están buscando desarrollar y fomentarlos.

Este es el caso del Liceo Panamericano, en donde los valores son eje transversal que orientan el comportamiento de sus estudiantes. Para la Dra. Patricia Ayala de Coronel, directora ejecutiva de dicha institución, el programa de valores no es un discurso retórico sino que está aterrizado al convivir diario en el aula. Aquí, poseen el Programa de Creatividad, Acción y Servicio que está orientado a impulsar actividades de labor social y apoyo a los sectores más vulnerables de la comunidad. Además, promueven la integridad comprendida como una concordancia entre el pensar, sentir y actuar. “Actuamos con integridad cuando en cada acción demostramos nuestras convicciones y principios. En este sentido la familia y la escuela deben sostener un mismo discurso frente a un educando que está en proceso de formación”, afirma la Dra. Ayala.

Los roles de la familia y el colegio

En la formación de un estudiante, hay dos actores principales que juegan un rol fundamental: la familia y el colegio. La participación activa y en conjunto de los padres y los maestros facilita que los chicos aprendan a valorar y a respetarse a sí mismos y a los demás. Al ser una enseñanza que se interioriza con la práctica, no existe una separación entre lo que sucede dentro de las aulas y lo que pasa fuera de ellas.

Es así que en la Unidad Educativa Particular Javier, acompañan a los estudiantes en el autoconocimiento, para saber quiénes son y de quiénes están rodeados. A través de su propuesta Pedagógica Pastoral de Inteligencias Múltiples y sus programas Familia, Espiritualidad y Formación Acción Social Arrupe (FASA), buscan conectar a los alumnos con su realidad y a que reflexionen sobre ello. Además, a que presten atención sobre la realidad humana, sus dificultades, desafíos, complejidades, así como también de su desarrollo y virtudes.

El Padre Fabricio Alaña, rector del Colegio Javier, señala que los principales valores que inculca en sus estudiantes son el respeto humano y la dignidad de los hijos de Dios. Asimismo, en sus programas invita a los estudiantes y a sus familias a involucrarse con el entorno y lo que sucede a su alrededor, a reflexionar y a crear consciencia de que hay que reducir las brechas sociales.

¿Cómo desarrollar una educación en valores?

En la actualidad resulta necesario contar con ciudadanos preparados y capaces de asumir nuevos retos. Comprometidos a jugar activamente un papel eficaz en la edificación de un mundo justo, inclusivo, ecuánime e intercultural.

Existen varias estrategias y tácticas que se pueden aplicar tanto en el colegio como en casa:

  • No a la discriminación.
  • Enseñar mediante el ejemplo, ya que somos un espejo para los más pequeños.
  • Señalar los comportamientos perjudiciales, de forma asertiva, sin denigrar a las personas.
  • Fomentar la igualdad de oportunidades, sin tener en cuenta el sexo, raza, clase social, origen, cultura, nacionalidad o religión.
  • Proponer situaciones cotidianas en las cuales podrían aparecer problemas del diario vivir, para que los chicos sepan tomar la mejor decisión.

 

Por: Ma. Alejandra Granja Jijón

Lcda. en Periodismo Internacional

Máster en Dirección de Comunicación Corporativa

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