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Revisemos los siguientes consejos para encontrar lo que realmente nos apasiona:

1. Recuerda lo que hacías cuando eras niño:

¿Recuerdas las horas enteras que pasabas jugando a aquella cosa, o dibujando, o cantando o inventando poemas? De niños no pensamos en el dinero, sino que simplemente fluimos con la vida, con nuestras pasiones, pues lo que hacemos es por puro gusto y disfrute del espíritu. Pregúntate: ¿Qué harías si ganar dinero no fuera tan importante? ¿En qué sabes (o te han repetido) que destacas?

 2. Dedica un tiempo exclusivamente a la ensoñación:

¡Tu voz interior es REAL! ¡Hazle caso! No te digo que te dediques a soñar si estás en una reunión de trabajo o atendiendo a un cliente, pero ¿no te pasa que de repente ves un documental, conoces a alguien inspirador o simplemente recuerdas lo que te hace feliz y tu mente toma su propio rumbo y te imaginas haciendo otras cosas, conociendo más personas, llevándote a tu éxito personal? Dedicar unos minutos diarios a pensar en tus pasiones te acercará más a ellas e incluso, podrías ir obteniendo un plan de cómo ponerlas en marcha. ¿Por qué no intentarlo?

 3. Cuestiónate (y descubre) lo que es para ti el éxito:

El éxito es una percepción individual, aunque el esquema en el que vivimos nos venda la idea de que es ganar mucho dinero, obtener bienes materiales y reconocimiento social. En las escuelas y en los hogares no nos enseñan a definir nuestro éxito, sino a seguir la receta que, por cierto, es imposible que aplique para todos. Tu éxito se puede encontrar vendiendo sombreros de palma en la playa, como para mí es la escritura y el apoyo a otras personas a través de ello. La situación ideal es cuando tú ofreces un producto o servicio que le sirve a alguien, mientras que tú eres feliz haciéndolo. ¡Ese es el verdadero éxito!

4. Acepta que es posible que lo que haces ahora puede no tener nada que ver con tu real pasión en la vida:

Tu pasión se trata de nutrir realmente a tu ser, a quien tú eres. Si pudieras cambiar tus decisiones: ¿elegirías de nuevo lo que haces ahora? Es cierto que los errores a todos nos cuestan, y que no es fácil descubrirte a “x” edad haciendo con tu vida lo que no quieres, pero, como en todo, el primer paso a tomar es la aceptación. ¿Y qué pasa si descubres que, efectivamente, lo que haces ahora es distante a tu verdadera pasión en la vida? La respuesta es NADA. ¡No pasa ni pasará NADA a menos que tú lo decidas!

 5. Toma el ejemplo de una persona apasionada:

Vidas inspiradoras, grandes pasiones que llevaron al éxito de quienes las poseyeron después de muchísimos intentos, los llamados “genios” (que ahora consideramos, pero que la mayoría fracasaron más de una vez), ejemplos hay cientos, por no decir que miles. ¿Qué tienen estas personas que los demás no tenemos? Yo diría que muchas cosas, pero principalmente dos: constancia pasión por lo que hacen. ¿A quién admiras tú? ¿De quién podrías tomar ejemplo?

 6. Sé compasivo y paciente contigo mismo:

No necesitas tener todas las respuestas ahora mismo. Tampoco es cuestión de que renuncies ahora a tu empleo, de que te quedes náufrago en el mar de la incertidumbre, persiguiendo tu pasión a ver dónde. Todo puedes construirlo conforme pasa el tiempo, conforme te das cuenta y creas un plan para tus siguientes años de vida (y aquí importa poco si tienes 20 ó 60 años de edad). Mientras lo haces, puedes aprender, experimentar, ser freelance, hacer un blog o incluso enseñar sobre esos temas que son tu pasión en la vida. El caso es que vayas “sin pausa, pero sin prisa”. Incluso si lo que haces ahora no es precisamente tu pasión en la vida, combínalo con aquello que sí lo es. Paso a paso a la vez.

 7. Atrévete a vivir con incertidumbre:

Perseguir tu pasión y dedicarte a ella puede no ser un puerto tan seguro como enfocarte a ganar dinero en un empleo de gran demanda. Para dedicarte a tu pasión real, deberás tomar el riesgo entre tus manos, asumirlo y aprender a manejarlo. No, no es tarea fácil. A mí constantemente las personas me dicen que para qué escribo tanto, que si realmente esto me deja ganancias, que qué bueno que estoy “jugando” mientras nace mi hija y puedo regresar a “trabajar”. Yo me río mucho, no digo nada, sólo aclaro que trabajo mucho, que leo bastante y que me tengo fe.

 8. Recuerda que tu pasión debe ir acompañada de un propósito:

Tu pasión va a ser útil para ti y para los demás en el momento en que la unas con un propósito. Conozco muchas personas que saben perfectamente cuáles son sus pasiones, pero que no saben cómo aprovecharlas o con quién compartirlas. Si te gusta, por ejemplo, la pintura o la danza…¿cuál es el propósito de dedicarte a ello? ¿qué quieres brindarle al mundo con tu arte? ¿cuál es el legado? El propósito es el “para qué” detrás de todo. Es el sentido que le brindarás a tu pasión.

 

Vía: upsocl.com

 

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