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Cuando jugaba béisbol en la universidad no querían que usáramos esteroides. Claro, algunos atletas igualmente lo hacían, pero ningún entrenador entraría a los vestidores diciendo: “Queremos que se abstengan de usar drogas para mejorar su rendimiento. Pero como sabemos que algunos de ustedes lo están haciendo, pondremos una canasta de jeringas gratuitas y limpias en la banca de suplentes“, y una clase especial para aquellos que no se quieran abstener.

Lo mismo se aplica para el tema del preservativo. Si tuvieras un hijo que está pensando en acostarse con una persona que pueda tener VIH, ¿acaso dirías “preferiría que no duermas con esa persona, pero como sé que probablemente lo harás de cualquier forma, toma un condón”?

De ninguna manera confiarías la vida de un hijo a un pedazo de látex. Le darías a él o a ella un mensaje limpio y firme sobre la pureza. ¿Acaso no todas las personas merecen escuchar ese mensaje que le darías a aquella persona que amas?

Todo ser humano es capaz de ejercer el autocontrol y de tomar decisiones inteligentes. En todo caso, las personas que “van a hacerlo de todas formas” son aquellas que necesitan aún más un mensaje de abstinencia.

“Más de tres millones de embarazos no planificados le ocurren cada año a las mujeres estadounidenses; dos tercios de éstos son debido al fracaso del anticonceptivo”.

Además, ¿qué pasaría si le enseñas a los alumnos a cómo usar un condón y luego una joven mujer regresa dos años después preguntando cómo es que tiene cáncer cervical a pesar de haber usado un preservativo cada vez que tuvo relaciones sexuales? ¿Qué le dirías?

Es un hecho que la mayoría de personas que promueven la noción obsoleta y médicamente equivocada de “sexo seguro” no son conscientes de la tasa de fracaso del preservativo en la prevención de las ETS (enfermedades de transmisión sexual). La mayoría de la gente también subestima la tasa de fracasos de los anticonceptivos para evitar el embarazo, falsamente asumiendo que es 99% efectivo. Un exdirector médico de Planned Parenthood una vez escribió: “Más de tres millones de embarazos no planificados le ocurren cada año a las mujeres estadounidenses; dos tercios de éstos son debido al fracaso del anticonceptivo”.

La noción de sexo “seguro” es engañosa porque da a la gente una falsa sensación de seguridad para entrar en conductas riesgosas. Por ejemplo, cuando una chica adolescente se vuelve sexualmente activa, se vuelve más susceptible a la depresión, a tener más rupturas amorosas y eventualmente a divorciarse, como puede verse en este estudio a 10 mil mujeres. Otros estudios también muestran que las chicas sexualmente activas tienen más probabilidades de intentar suicidarse. Obviamente, estas cosas no le pasan a todos los adolescentes sexualmente activos. Pero más temprano una mujer se vuelva sexualmente activa, va a tener más probabilidad de tener que sufrir a través de ellos.

Toda esa idea de que los adolescentes “van a hacerlo de todos modos” es equivalente a decir que te estás dando por vencido con ellos. 

Con esto en mente, parece bastante engañoso llamar al sexo como “seguro” sólo porque un pedazo de látex está involucrado. Promover el sexo seguro tiene tanto sentido como decirle a su hijo ponerse un casco si es que va a jugar en medio del tráfico.

Por último, toda esa idea de que los adolescentes “van a hacerlo de todos modos” es equivalente a decir que te estás dando por vencido con ellos. Después de que mi esposa y yo dimos una charla sobre castidad en una escuela, una chica del público se acercó a Crystalina y dejó caer algo en su mano, diciendo: “Muchas gracias por la charla. No voy a necesitar esto nunca más”. Mi esposa miró y en sus manos había un paquete a la mitad de píldoras anticonceptivas. Ahora, ¿crees que esta chica hubiese estado tan impactada por nuestra charla si la hubiésemos concluido con la repartición de condones para todos aquellos que “van a hacerlo de todas formas”?

Es imposible entregar un mensaje de abstinencia que sea convincente mientras se promociona el uso del preservativo, como se puede ver en cuán poco efectiva ha sido la educación sexual “integral”. Los educadores de la abstinencia no son ingenuos acerca de los niveles de actividad sexual de los adolescentes. Ellos son los que saben lo que está en juego.

 

Vía La Opción V

Artículo de The Chastity Project

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