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La Jornada Mundial de la Juventud 2013 reunió a más de tres millones de jóvenes de todo el mundo para vivir momentos de alegría y recogimiento junto al Papa Francisco.

Pese a la oleada de frío que azotó a Brasil el pasado mes de julio; Rio de Janeiro bailó al ritmo cálido del Papa Francisco la semana del 21 al 28 por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). El encuentro reunió a jóvenes de todo el mundo para reafirmar la fe dentro de una Iglesia que pasa por una nueva etapa y necesita de la juventud.

Ecuador estuvo presente con más de 4000 jóvenes de distintas parroquias y movimientos.

El martes 23 se realizó la ceremonia de inauguración de la Jornada, con una misa a cargo del arzobispo de Rio de Janeiro. Dentro de los eventos semanales hubo catequesis diarias organizadas en diversas parroquias de la ciudad y distribuidas por idiomas; la feria vocacional y el festival de la juventud, en donde movimientos y grupos apostólicos presentaron obras de teatro, expusieron sus proyectos comunitarios y realizaron musicales, entre otras actividades.

Mas de 3 millones de peregrinos en la playa de Copacabana, se dieron cita para escuchar al Papa Francisco.
Mas de 3 millones de peregrinos en la playa de Copacabana, se dieron cita para escuchar al Papa Francisco.

Ni la lluvia ni el frío pudo detener a los jóvenes, que recibieron con cánticos y banderas de sus países al Santo Padre, quien cruzó el malecón de Copacabana en el “Papamóvil” por primera vez el jueves. El viernes 26 se realizó el Vía Crucis y el Papa instó a la juventud a no dejar su vida pasar solo como espectadores.

El sábado, los organizadores del evento trasladaron la Vigilia que se iba a realizar en el Campus Fidei -50 kilómetros fuera de Rio, hacia la playa de Copacabana, debido a que la intensa lluvia convirtió el campo en un lodazal. Desde temprano, los peregrinos recogieron sus kits de alimentos y caminaron 9 kilómetros hacia el lugar de encuentro. En la noche, el Papa expuso el Santísimo en un momento de oración. También hubo presentaciones musicales luego de la exposición. Los peregrinos tuvieron la opción de permanecer en la playa o ir a sus lugares de descanso. La mayoría permaneció durante toda la noche.

El último día, con un sol radiante, los jóvenes recibieron al Papa con el flash mob más grande que se ha realizado en el mundo. El Papa presidió la Eucaristía, que fue de envío y clausura al mismo tiempo, ya que la JMJ culminaba, pero en los hombros de los jóvenes quedó la labor de transmitir la palabra de Dios por el mundo.

“¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío… quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, sino salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!” Papa Francisco en la JMJ

 

Por Juan Felipe Torres
Editor
Desde Brasil

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