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Aprender a través del mundo virtual es una oportunidad que les brinda la tecnología a nuestros hijos. ¡Sepamos aprovecharla adecuadamente!

 

Ya no es una sorpresa que niños desde los cinco años en adelante pidan una Tablet o alguna consola de videojuegos. Estos son los regalos más esperados. Sin embargo,  muchos niños llegan a una dependencia de programas poco instructivos e informativos, y es ahí donde debemos prestar más atención.


Lo que permitimos que jueguen

Hoy en día los niños pasan mucho tiempo manipulando dispositivos electrónicos, sin tiempo para jugar y tener actividades al aire libre. Para mí, el a veces mal llamado “ocio electrónico” está perfecto, siempre y cuando enseñemos a los más pequeños que la tecnología es una herramienta de aprendizaje.

Cuando un niño está teniendo tres horas de un juego violento, los resultados son: se pone molesto porque se lo quitas o se pone agresivo porque no le das más tiempo para jugar. Cuando un pequeño está teniendo tres horas de lectura o de entretenimiento con aplicaciones que le enseñan a través de ilustraciones un nuevo idioma, tiene excelentes calificaciones y es proactivo. Entonces, no es la tecnología el problema, sino lo que los padres permiten en su uso. Además, no solo debemos enseñar, también es bueno vigilar qué es lo que hacen y dónde están navegando sus hijos.

Los juegos más solicitados son aquellos en los que se manipulan armas y tienen mucha violencia. Si nos ponemos a pensar por qué un niño de cinco años tiene una conducta brusca y reacciona con golpes como única manera de obtener lo que quiere, es un comportamiento que su inconsciente genera, porque tiene en su mente que en el videojuego hace eso y pasa al siguiente nivel.


Que sean auto didactas

Pero existe el doble de opciones con las que podemos entretener a los más pequeños logrando un aprendizaje positivo y de fondo. Muchos videojuegos les ayudan a reforzar el inglés, mejorar sus reflejos y compartir entre amigos.

• Proyecto Kokori: Es un videojuego que pone a los jugadores en mando de una pequeña nave, llamada “nanobot”. Identifica y soluciona los problemas que puedan ir encontrando con diferentes niveles de complejidad que permiten trabajar contenidos relacionados con el área de biología.

• Dragon Box: Está diseñado para trabajar contenidos matemáticos (álgebra, más concretamente) pero de una forma divertida.  Los primeros pasos del juego se representan mediante objetos, y así el jugador puede iniciar aprendiendo de lo más básico a lo más complejo. Poco a poco, los objetos se sustituyen por variables y números de manera que, al finalizar el juego, seremos capaces de resolver ecuaciones complejas sin mayor esfuerzo.

• Naraba World: Este es un videojuego un poco fantasioso, que nos presenta un mundo donde de manera misteriosa han aparecido una serie de islas. Con una dinámica de “mundo abierto”, el usuario puede explorar estas islas y resolver las incógnitas y acertijos que se le presentan, poniendo en práctica sus conocimientos. El juego ha sido diseñado para niños de edades entre 5 y 12 años. ¡Muy bueno para la escuela!

Ahora que conocen tres de mis opciones favoritas, ¿qué piensas de regalar un dispositivo electrónico esta Navidad?  La tecnología es una herramienta que nos ayuda a tener un amplio conocimiento, solo hay que saberla aprovechar de forma adecuada. 

 

 

Por Solange Coyago
Redactora de medios digitales

 

 

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