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La terapeuta Bertina Morales, del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia (IRMA), señaló que el sufrimiento como consecuencia de un aborto no es un problema exclusivo de la mujer, sino que afecta tanto física, emocional y psicológicamente a los varones.

En declaraciones, Morales recordó que los “efectos secundarios” del aborto para los hombres “muchas veces de por vida, se reflejan en sentimiento de culpa, depresión, frustración y un estado de vacío interior”.

En general, no suelen hablarlo, ni siquiera con sus propias parejas, por temor a que pueda interpretarse como un signo de debilidad, pero lo sufren en silencio”, dijo.

Los hombres, explicó, reaccionan de distinta manera a las mujeres frente a un aborto. Mientras que algunos se oponen de manera violenta, otros se oponen, pero no toman medidas fuertes para impedirlo.

En otros casos, continuó la terapeuta, los hombres pretenden ser neutrales, dejando la decisión a la mujer; hay hombres que presionan a la mujer para abortar, y quienes no son tomados en cuenta y se enteran del aborto cuando este ya se ha realizado.

Todas estas circunstancias, dijo la experta, serán determinantes en los efectos posteriores.

El SIAME recoge el testimonio de Sergio, un hombre que, confundido y con miedo, a pesar de su fe, apoyó a su pareja para que se someta a un aborto en el Sistema de Salud de México D.F., donde es legal.

Ese fue el inicio de un doloroso camino, sometido a la culpa, la soledad y el arrepentimiento.

“Para mi querido angelito: Lucía, sé que estás en un buen lugar y en ese lugar está Dios. Él te va a cuidar hasta que yo te vuelva a ver, mientras, cuídate y pórtate bien. Pronto estaré contigo”, escribió Sergio a su bebé en una carta.

Después del aborto, recordó Sergio, “perdí la autoestima, la confianza en mí, ya no quería hacer nada. Fue un infierno”.

“Yo no estaba bien ni conmigo ni con Dios, fue cuando decidí buscar ayuda y así llegué a IRMA, donde me han ayudado a encontrar el camino del perdón y a valorar la vida”.

Una parte importante de su sanación se produjo durante una Hora Santa, frente a Jesús Sacramentado. Ahí fue que le pidió perdón a su hija por haberla abortado.

Sergio entregó a su hija a Dios y le puso el nombre de Lucía, pues hubiera querido que sea una niña.

Sergio alentó a los hombres que sufren hoy las consecuencias de un aborto, y les aseguró que “vale la pena llorar para sacar el dolor que traen dentro”.

“Busquen ayuda, porque es algo que carcome y no deja vivir en paz, y que puede afectarles sus relaciones de pareja, familia y espiritualmente”, alentó.

IRMA ayuda a la reconciliación de personas que han abortado, al tiempo que brinda ayuda en casos de embarazos en crisis para prevenir decisiones equivocadas.

Para conocer más sobre la labor que realiza el Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia (IRMA), puede ingresar a: www.irma.org.mx.

Vía: Aciprensa

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