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La Arquidiócesis de Guayaquil dio a conocer algunos detalles que los fieles deben tener en cuenta para asistir a la Misa que el Papa Francisco celebrará en Guayaquil en Parque Samanes.

Antes del evento

– El ingreso al Campo Eucarístico iniciará al mediodía del domingo 5 de julio y culminará a las 10h00 del lunes 6 de julio.

– Desde la mañana del lunes habrá restricción vehicular en la zona. No se podrá acceder al parque en vehículo particular.

– Por precaución, es preferible no asistir con personas que necesiten cuidados especiales (niños pequeños o personas muy delicadas de salud). Personas con discapacidad recibirán atención especial para transporte y ubicación.

– Si bien los sacerdotes confesarán en las respectivas capillas el día de la celebración, es recomendable que los fieles se acerquen previamente en sus propias parroquias al Sacramento de la Confesión.

Durante el evento

– El trasporte de la ciudad en la metro vía y sus alimentadores será gratuito. Para los buses de otros países y jurisdicciones y las vicarias de Santa Elena y Daule habrá parqueo propio.

– Para el ingreso al campo eucarístico no se pide ningún ticket, boleto, pase o entrada excepto para el templete y la zona bloque B1 (San Pablo).

– El lunes 5 de julio, a partir de las 9h00, cuando ingresen sacerdotes y ministros extraordinarios de la comunión, el Campo  Eucarístico pasa a ser como un templo, aunque se trate de un espacio abierto.

– No habrá ningún tipo de colecta al interior del Parque Samanes, ni antes ni durante ni después de la Santa Misa.

– Con la bendición final de la Santa Misa impartida por el Santo Padre todos los objetos religiosos que lleven los fieles quedarán bendecidos.

– En el Campo Eucarístico habrá atención médica, complementado con unidades móviles y ambulancias en la periferia. En torno al Campo Eucarístico se dispondrá de servicios higiénicos y otros.

Después del evento

– La evacuación del campo comenzará después de la salida del Santo Padre.

– Convendría seguir las normas establecidas por los organizadores y tener  un rol activo en la seguridad, manteniendo una  conducta apropiada.

 

La  atención a estas recomendaciones favorecerá a que la celebración de la Misa sea una fiesta para toda la Iglesia de Guayaquil y del Ecuador.

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