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La incontinencia supone que uno pierde el control y que hace aquello que no quiere hacer.

La capacidad de control se aplica analógicamente a diversos casos: continencia verbal, continencia mental, continencia urinaria, continencia fecal, continencia sexual.

Si se trata de incontinencia urinaria, fecal o sexual… con sus diferencias y sus analogías, con un acertado tratamiento medico o psicológico uno puede regular de nuevo sus funciones. 

La continencia recuperada no supone abstinencia sino canalización y retención en pleno dominio de sus necesidades. Es muy importante entender el control en cualquier ámbito: el verbal, el mental, el sexual. Lo que importa es aceptar la realidad dominándola inteligentemente y encauzando sus lógicas exigencias.

La continencia sexual es la capacidad de contener, controlar y encauzar los deseos sexuales en bien de toda la persona. La continencia retrae al hombre de cosas indeseables, según Andrónico, la continencia es un hábito al que no vence el placer, es algo mediante lo cual las apetencias  se dejan guiar por el consejo.

La recta continencia es un freno que hay que tener siempre a mano con fuerte firmeza de ánimo. La paciencia consiste en resistir pero la continencia en dominar.

La continencia sexual es fruto de la  capacidad de control para encauzar y pautar la vida sexual. Para poner freno a las pasiones desmesuradas.

Es la capacidad para no pasar al “demasiado”, para quedarse en lo correcto y razonable. Niega una sexualidad sin fronteras, en cualquier sitio, con cualquier persona, en cualquier lugar, sin protección.

Sin continencia y sin protección no es extraño que  aumente el sida, las enfermedades venéreas y los abortos. La continencia promovida por la razón ayuda a guardar fidelidad a la pareja y evita la promiscuidad.

En un extremo de la pendiente encontramos psicopatológicamente a los obsesos sexuales, los que abusan de los niños, los violadores.

Una persona descontroladamente incontinente no es libre, porque está entregada a aquello que en el fondo no quiere pero no puede dejar de querer. Obsesionado por el sexo está sometido a aquello que debería liberarlo y perfeccionarlo.

La continencia por otro lado es difícil pero es buena, alcanzable,   conlleva autoestima y libertad. Desafortunadamente la actitud de permisividad sexual incontrolada ha sido y continúa siendo promovida en formas explícitas e implícitas.

La continencia como práctica de control y de dominio puede vivirse como disciplina colaborando con los ciclos de la naturaleza. Muchos matrimonios están practicando la continencia periódica.

Ventajas del autocontrol

1. Las amistades que no necesariamente involucran actividad sexual permiten que las personas se conozcan mejor el uno al otro, en sus personalidades, intereses, ideas y planes.

2. Se examinan mejor, se guardan y fortalecen los valores.

3. En la etapa de desarrollo de los jóvenes  el hecho de desarrollar la capacidad de control, contención y moderación conduce a adquirir buenas capacidades para poder llevar una vida sexual libre en la edad adulta.

4. El mantener el autocontrol aún en situaciones apremiantes, permite oportunidades para desarrollar fuerzas interiores.

5. La experimentación sexual no tiene que conducir necesariamente al descontrol.

6. La actividad sexual puede y debe ser fruto de una decisión deliberada, controlada y responsable.

La continencia no es represión. La recta continencia es un freno que hay que tener siempre a mano con fuerte firmeza de ánimo. La paciencia consiste en resistir y la continencia en dominar pero nunca en reprimir.

Por Salvador G. Figueras
Vía: Feadulta

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