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“Yo salvé la vida de mi hija, pero ella salvó la mía”, dice Lianna Rebolledo, una mujer que fue violada a los 12 años, al ofrecer su testimonio en Puebla, dentro del Congreso Juntos por México.  

Para conocer su historia tenemos que retroceder el reloj veinte y cinco años y situarnos en Estados Unidos, con ella de doce, víctima de secuestro y violación repetida durante su cautiverio por dos sujetos.

Antes de esa fecha, Lianna vivía en México, en medio de una familia disfuncional en donde la enfermedad del alcoholismo que padecía su padre, les hizo sufrir violencia doméstica. 

Su madre, para poder darles a sus 4 hijos mejores oportunidades, decide emigrar a Los Ángeles, California y unos pocos años más tarde Lianna le alcanza y después sus hermanos, entre los cuales se encuentra una hermana mayor quien sufre de una discapacidad motriz. 

A Lianna, nadie le puede contar lo que es padecer violencia intrafamiliar, escasez económica o dificultades para salir adelante en medio de una discapacidad; ella y su familia han pasado por todo esto y se han sabido sobreponer a las circunstancias.

Después de la violación cayó en una gran depresión, nada inusual después del suceso tan traumático que sufrió; sin embargo, pese a tomar antidepresivos, un día intentó quitarse la vida ingiriendo pastillas.

Escuchar el latido de su bebé en el vientre le hizo tener conciencia de la pequeña vida que se gestaba en su interior.

Fue gracias a este evento que, al ingresar de emergencia al hospital y con una intervención oportuna le salvan la vida, y los médicos descubren que está embarazada de 13 semanas. Como el embarazo era producto de una violación, le ofrecen la opción del aborto, por ser legal en ese país.

Cualquiera diría que al ser una chiquilla de doce años no podría tener capacidad de reflexión, ya que los médicos le dieron argumentos para apoyar el aborto tales como: “Abortar es tu derecho si sufriste una violación” ; “si tienes a ese bebé, verás la cara de tus agresores siempre”; “si continuas con el embarazo, es posible que sea muy riesgoso por tu edad”; “si abortas, no tendrás que vivir con las consecuencias de la violación”, etc.   

Después de escuchar a los médicos, Lianna solamente les preguntó si el aborto también le permitiría sentirse “desviolada” y si tendría el poder de hacerle olvidar lo ocurrido como si nunca hubiese sucedido.

Después de escuchar a los médicos, Lianna solamente les preguntó si el aborto también le permitiría sentirse “desviolada”.

Ella se preguntaba por qué los médicos antes de ofrecer apoyo y decirles a las mujeres que no están solas, les ofrecen el aborto.Escuchar el latido de su bebé en el vientre le hizo tener conciencia de la pequeña vida que se gestaba en su interior, y a partir de ese momento su bebé se fue convirtiendo en el motor que le haría recuperarse, levantarse y superarse cada día.

Al día de hoy, Lianna ha logrado muchas cosas;  es una de las principales promotoras de la defensa de la vida en Latinoamérica, se graduó como Licenciada en Comunicación, fundó Loving Life que invita a las mujeres a replantearse, aún en la adversidad, la opción de seguir adelante con sus embarazos, aunque la situación vista en ese momento sea por demás desfavorable.

Lianna Rebolledo fui violada y opte por dar la vida a mi hija

Ella es testimonio de que con muy pocos años, sin la escolaridad necesaria para hacerle frente a la responsabilidad de una nueva vida y sin los medios económicos suficientes, sí es posible y su institución sirve para ofrecer el apoyo que ella en su tiempo necesitó; su hija ya tiene 24 años, ha terminado una carrera y le apoya en la misma causa.

Considera que los países que permiten el aborto, responden a una agenda política, pero que en lo particular las personas tendrían que saber que cada vida importa, que nadie sobra y que es injusto aplicarle a un bebé la pena de muerte por delitos cometidos por terceros. 

“Cuando reconocí en mi hija al ser humano más hermoso me dije: Mi hija no es producto de una violación, sino es el fruto de mi amor por ella”.

Cualquier chica que esté pasando por algo similar en México pueda acercarse a AME (9232332) o a VIFAC (9271414 a, instituciones en Yucatán que apoyan estos casos sin fines de lucro.

 

Por: Ivette Laviada

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