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“No podemos solamente hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla”. Eleanor Roosvelt

Desde hace unas semanas, hemos vivido un clima de incertidumbre, y protestas civiles por parte de ciudadanos ecuatorianos, debido a los resultados electorales presidenciales del Ecuador (uno de los más ajustados y controvertidos de esta última década). Y nos preguntamos, ¿por qué protesta la ciudadanía? La respuesta es clara: no existe confianza por parte de esta, hacia las autoridades gubernamentales, especialmente las electorales.

Se reportaron gran cantidad de inconsistencias en actas de sufragio, que causaron sospecha de fraude a la ciudadanía. Sumado a la evidente falta de independencia entre los poderes del estado, aumentó la preocupación de los electores, de saber si finalmente triunfó la voluntad de la mayoría o de otros intereses políticos.

El 05 de abril de 2017, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) emitió un comunicado en el que indicaba que “las movilizaciones de reclamo y victoria… ponen en peligro la unidad del país. ¡La paz realmente está en peligro!”. Evidentemente, no se puede pretender que los ciudadanos puedan estar tranquilos, si no se tiene la plena seguridad de que en estas elecciones ha triunfado la voluntad de los ciudadanos, ¡la verdad! Razón tenía el papa Juan Pablo II, quien mencionaba que una de las condiciones para que haya paz, era la verdad.

Hoy los ecuatorianos queremos paz, pero esta no puede obtenerse cuando no existe confianza, ni tampoco verdad. No podemos confundir paz con indiferencia. Eso jamás. La verdadera lucha por la paz implica que exista justicia, y esta se debe exigir mediante la crítica y la lucha. Churchill decía: “Nunca rendirse, nunca, nunca, nunca, nunca, en nada grande o pequeño, enorme o minúsculo, nunca rendirse salvo a las convicciones de honor y el buen sentido”.

Es por esto, estimado lector, que te invito a que nunca dejes de luchar por tus derechos, por tus convicciones; eso sí, siempre de manera pacífica, jamás utilizando la violencia para reclamar. Decía Einstein que la paz no puede mantenerse con la fuerza, sino que puede lograrse por el entendimiento. Debatamos las.ideas.pero con.altura, objetividad..y respeto. La violencia nunca será el camino correcto para protestar o confrontar.

Como cristianos, estamos llamados a vivir y predicar la paz, pero también a reaccionar ante hechos injustos o que vulneran derechos y/o libertades del prójimo. Jamás podemos confundir que por ser cristianos, no podemos reaccionar con un espíritu crítico. Incluso Jesús nos da un ejemplo de reacción. Cuando uno de los sumos sacerdotes lo abofeteó en el Sanedrín, este lo cuestionó fuertemente: “Si he hablado con la verdad, ¿por qué me pegas?”.

Ha transcurrido cerca de un mes desde que ocurrieron las elecciones de segunda vuelta en el país y las protestas por la sospecha de fraude han disminuido. Sin embargo, es nuestro deber seguir en vigilia de que en nuestro país siempre triunfe la verdad y la justicia, y que con ambos valores, pueda reinar la paz.

Por: Ángel Eduardo Gaibor

angelgaibor@hotmail.com

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