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Ya sea por moda, por necesidad o creencia al cambiar el tipo de alimentación que llevamos es necesario estar al tanto de qué es lo que nuestro cuerpo necesita para mantenerse saludable.

El interés público por la nutrición ha variado según la evolución de la belleza y sus modelos a seguir. Desde Marilyn Monroe hasta modelos como Twiggy, los ideales han evolucionado desde un cuerpo curvilíneo y saludable a una delgadez que muy pocos podrían alcanzar. Es esta moda de extrema delgadez, que provocó el aumento de trastornos alimenticios especialmente en jóvenes mujeres. Afortunadamente esta ha sido substituida por la motivación de llevar un estilo de vida más saludable, donde el cuerpo delgado se vio reemplazado por uno fit y musculoso, con modelos a seguir como la venezolana Sasha Fitness.

Nuevas tendencias nutricionales

Desafortunadamente, las nuevas tendencias atraen, a su vez, nuevas modas nutricionales, no necesariamente comprobadas científicamente, que al no ser seguidas con supervisión de un profesional pueden ser dañinas para la salud y sin duda para tu bolsillo. Las dietas “gluten-free”, los jugos “detox”, la preferencia por los alimentos orgánicos y el temor a los “GMOs” o transgénicos, son algunas. Entre estas también se encuentra la dieta vegetariana, que a pesar de su larga trayectoria a nivel internacional, ya sea por creencia religiosa o cultural, por ética o protesta al maltrato animal, por sostenibilidad ambiental, o por salud, ha resurgido y se ha expandido alrededor del mundo.

La dieta vegetariana es principalmente de base vegetal mientras que, dependiendo del tipo de vegetarianismo, se abstienen de todos o ciertos alimentos de origen animal. Existen diferentes tipos de vegetarianismo; los más conocidos son el ovo-vegetarianismo (consumo de huevo es permitido), lacto-vegetarianismo (consumo de lácteos es permitido), pescetarismo (consumo de peces y mariscos son permitidos), y el veganismo (no se consume ningún producto de base animal).

Mientras más estricto sea el tipo de vegetarianismo, es más difícil lograr consumir una dieta adecuada. Aquí es donde existe un mayor riesgo de malnutrición, deficiencias vitamínicas y de minerales, y en muchos casos en los niños puede afectar directamente su desarrollo físico o intelectual.

Según la Academia de Nutrición y Dietética de los Estados una dieta vegetariana, siempre y cuando esté correctamente planificada y diseñada, proporciona beneficios para la salud en la prevención y el tratamiento de ciertas condiciones de salud. Entre estas se incluye la aterosclerosis, diabetes tipo 2, hipertensión y obesidad. Para planificar una dieta vegetariana correctamente se debe tomar en cuenta ciertos nutrientes indispensables para el funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo.

  1. Proteína:

Los productos vegetales proporcionan una menor cantidad de proteína que los productos animales, a su vez, la proteína vegetal es deficiente en uno o más aminoácidos esenciales. Debido a esto diferentes alimentos deben complementarse para así obtener una proteína completa con todos los aminoácidos necesarios.

  1. Vitamina D:

Esta es una de las deficiencias más comunes de la dieta vegana, ya que usualmente se encuentra fortificada en los productos lácteos, la yema del huevo y pescados grasos. Su suplementación puede lograrse por medio de la exposición a la luz solar teniendo las debidas precauciones.

  1. Vitamina B12:

La calidad de esta vitamina en productos vegetales es baja y su deficiencia puede provocar anemia megaloblástica y trastornos neurológicos. En el caso de niños en desarrollo es muy importante complementarlo, lo que se puede lograr por medio de un suplemento vitamínico.

  1. Hierro:

La biodisponibilidad de este mineral es inferior en productos vegetales comparados con el animal. Su deficiencia puede causar anemia y en los niños está relacionada a un menor desarrollo mental y psicomotor, por lo que hay que estar pendiente de su consumo debe ser un punto importante al momento de plantearse este tipo de dietas.

  1. Calcio:

La mejor fuente de calcio son los derivados de la leche. Una dieta baja de calcio puede ocasionar raquitismo y osteoporosis, por lo que debe considerarse ingerir suplementos para complementar la dieta y prevenir deficiencias.

  1. Energía:

Mientras más restrictiva la dieta, más difícil será alcanzar los requerimientos nutricionales necesarios como los mencionados anteriormente, esta situación puede afectar principalmente al desarrollo de los niños en etapa de crecimiento por lo que se requiere un especial cuidado al momento de llevar este tipo de dietas.

Por: Rafaela Arosemena

Nutricionista-Dietista Clínica

Ms. en Nutrición y Metabolismo

rafaela.arosemena@gmail.com

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