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Está en mis actualizaciones de Facebook. Una selfie con su esposo y su estado que dice: “¡La mejor cita! Mi matrimonio es fantástico”. 

Por supuesto, es tierno. Pero cada vez que veo un estado que dice: “el perfecto matrimonio feliz”, yo solo quiero decir: “por favor, díganme que discuten sobre quién sacará al perro a las 2am o  confiesen que a veces solo en la forma de respirar demuestran su molestia”.

Todos probablemente tenemos amigos quienes aparentan tener el mejor de los matrimonios. Todos los días son de flores y romance con él, recordando cada pequeño detalle y la tierna forma en la que ella ignora los pequeños olvidos de él. Ahí se nota que nunca discuten o se enojan. 

Primero que todo, no creo que ese tipo de matrimonio exista. He estado casada por 20 años. Tengo un excelente matrimonio, pero muchas veces mi matrimonio no es fantástico.

matrimonioNo siempre nos comunicamos bien, vivimos algo desinteresados, o no recordamos ser agradables mutuamente. No siempre estamos de acuerdo con cuestiones financieras, no tenemos relaciones con mucha frecuencia o no nos entendemos en temas de crianza. Hemos discutido por cosas poco importantes, aunque no lo crean.

Es cierto, mi matrimonio no es maravilloso a diario, pero está bien porque sabemos que nuestras grandes fortalezas son que conocemos esta relación y día a día lo intentamos ante los problemas.

No es la perfección lo que hace a un matrimonio “maravilloso”, es maravilloso porque lo cuidamos. El matrimonio funciona porque no nos rendimos ante los días difíciles. Perdonamos el desinterés, y esto genera que exista menos aún. Ignoramos las pequeñas molestias para que existan menos.

Todos los matrimonios tienen malos días, pero cada mañana es una nueva oportunidad para tener un día maravilloso. Y cuando lo tenemos debemos compartir los momentos felices en lugar de detenernos en los malos. 

 

Vía: wearethatfamily.com

 

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