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Emotivos, sorprendentes vendedores y todos con gran éxito, pero ¿qué tienen de interesante?

 

Todos dicen hablar con los muertos y esa experiencia paranormal encanta al público, pero estos médiums al hacer lo mismo tuvieron que darse un retoque marketero para no canibalizar la pantalla. El resultado de esta democracia es que tenemos médium para todos los gustos: La médium de Long Island, La médium del amor, Médium de los ángeles y Hollywood Medium.

Empecemos por la que tiene más años y más fama en la televisión. Ella es Theresa Caputo, “La Medium de Long Island”. Es la típica mujer gringa, bastante simpática y divertida. Está casada hace 20 años con 2 hijos y su gracia es que le pone chispa y diversión a su “don” de hablar con los muertos, aunque dicen que es muy acertada. 

Confieso que soy su fan y siempre veo su reality, me encanta y me aterra al mismo tiempo al ver cómo su simpatía hace que la gente crea que habla con sus familiares muertos. Por eso, se declaran fervientes “creyentes” de ella luego de sus sesiones.  Lástima que le crean más a ella que a Dios.

Los clientes gastan dinero en un placebo en lugar de buscar verdadera ayuda.

Seguimos con “La médium del amor”, resulta que es una señora común y corriente, casada y con hijos, tiene su consultorio donde “te busca pareja”, pues asegura haber nacido con el don especial de conectar psíquicamente a las personas con su verdadera alma gemela. Es decir, que pone en práctica sus saberes esotéricos y su don de médium para reconocer la energía de las personas y vincularlas amorosamente. En otras palabras, es una “cupido de la nueva era” que arma todo un cuento para hacer que nazca el amor entre desconocidos, y por supuesto ganando muy bien por este trabajito.

Otra médium, la verdad bastante aburrida, es la “Médium de los ángeles”. Rosie Cepero es ama de casa, tiene un esposo latino y 3 hijos. Supuestamente nació con la habilidad de comunicarse con los ángeles, pero no son realmente ángeles sino las almas de los familiares difuntos que la producción del programa decidió llamar “ángeles”. Sin duda, no tienen nada que ver con los seres celestiales que nosotros llamamos ángeles de la guarda. Al final, termina siendo una mentirita para embaucar a sus clientes.

Y para completar el cuarteto está el recién estrenado reality “Hollywood Médium”, del veinteañero clarividente Tyler Henry. Se trata de un joven abiertamente gay que no solo habla con muertos sino que ve el futuro. Según su manager, tiene además la habilidad de medical intuition, es decir, con solo ver a la persona puede diagnosticar la enfermedad que padece o que padecerá a futuro. Como ven este chico es una bolsita de monerías y no trabaja con simples mortales, él solo atiende a celebridades, haciendo más atractivo el show, porque ¿a quién no le gusta saber los trapitos sucios, el pasado y el presente de su artista favorito?

Todos estos shows, son una patraña, son excelentes eso sí, conmovedores a morir, divertidos, entretenidos, dinámicos, atrevidos, un imán para cualquiera, incluso para mí. De hecho muchas veces hasta me han convencido, pero inmediatamente recuerdo que es puro show y que usan la pena ajena para lucrar.

Lo más lamentable es que estos clientes, que buscan consuelo en los médium, gastan dinero en un placebo en lugar de buscar verdadera ayuda: psicólogos, psiquiatras o en el mayor amigo que nos reconforta realmente con su amor: DIOS.

 

 

Por Carla Rossi Flores
Productora de Tv y Cine
Columbia College International
Asociación Mexicana de Cineastas Independientes AMCI

 

 

 

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