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La salud sexual y reproductiva es uno de los temas que mayor interés suscita entre las mujeres. Según parece, la generación Y conocidos como millennials (20-35 años) rechaza la píldora anticonceptiva y recurre a los métodos naturales de planificación familiar para el control de su fertilidad.

El ginecólogo es quien informa y, casi siempre, recomienda el método que considera más apropiado a cada mujer para el control de la fertilidad. Hoy en día, esta tendencia está evolucionando y la elección personal prima sobre la prescripción médica, en función de los valores y creencias de cada mujer o pareja, quienes eligen el método que mejor se adapta a sus deseos y situación.

Actualmente, el 60% de las mujeres europeas sigue optando por la píldora como método de planificación familiar. Sin embargo, las jóvenes millennials, chicas nacidas entre 1980 y el año 2000, están marcando una tendencia, en donde apuestan por el retorno a los métodos naturales basados en la observación de los síntomas y señales durante el proceso de la ovulación. Esta preferencia, reflejada recientemente, se produce gracias a que las chicas de hoy buscan mucha información en internet y saben que los métodos hormonales provocan molestias, efectos secundarios a largo plazo e incluso que pueden incrementar el riesgo de desarrollar un cáncer.

Método hormonal vs método natural

El caso más conocido de método artificial es la píldora, cuya introducción en los años 60 significó un hito de la reivindicación feminista. En ese momento, sin embargo, los efectos adversos que podía ocasionar a largo plazo, se desconocían.

Los efectos que produce la píldora hormonal sobre el cuerpo femenino son diversos y su principal función es alterar el ciclo natural de la ovulación para evitar el embarazo:

  • Detiene la ovulación con la supresión de la glándula pituitaria y provoca un periodo “artificial”
  • El sangrado es más ligero que el de un periodo regular
  • Altera los niveles de estrógeno y progesterona y de otras hormonas

Además, se han descrito otros efectos que, aunque no se dan en todos los casos, también aparecen uno o varios con relativa frecuencia:

  • Dolores de cabeza
  • Aumento de peso
  • Náuseas
  • Ayuda a la regulación del ciclo menstrual
  • Riesgo de trombosis

Planificación natural

No obstante, ahora la mirada se fija en los métodos naturales que se basan en la observación de los hechos biológicos del ciclo de menstrual de la mujer. Son pues un medio para controlar la fertilidad y devolver a la mujer la posibilidad de conocer su propio cuerpo. A diferencia de los anticonceptivos, estos métodos sirven tanto para prevenir, como para planificar el embarazo.

A través de estos métodos se logra reconocer el periodo fértil del ciclo menstrual y los periodos infértiles situados antes y después de la fase ovulatoria. De esta manera, la pareja puede aprovechar este conocimiento para facilitar el embarazo, al decidir mantener relaciones sexuales durante el periodo fértil. Por el contrario, si deciden evitar un posible embarazo, optarán por no relacionarse sexualmente durante este periodo fértil.

Es cierto que, por diferentes motivos, su eficacia ha sido cuestionada durante los últimos 50 años, pero los expertos aseguran que estos métodos funcionan si se siguen bien las pautas. Añaden también como ventaja el hecho de que no perjudican la salud de la mujer.

Es importante no olvidar que hay casos que requieren una mayor vigilancia, por ejemplo en mujeres con un ciclo irregular, postparteras, con ovarios poliquísticos u otros condicionantes de enfermedad previa (diabetes).

 

Vía: Aleteia.org

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