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Una tendencia de la que hoy son parte no solo jóvenes sino también adultos.

 

Los autorretratos o selfies son un fenómeno social del que nadie está exento el día de hoy. Con la rápida evolución de los aparatos tecnológicos como cámara digitales, teléfonos inteligentes y tablets, el acceso a la fotografía está disponible para más personas que antes. Con la producción en masa de las cámaras delanteras en los teléfonos celulares, tomarse fotos pasó de ser una tendencia a una costumbre.

El selfie es una fotografía que alguien se hace a sí mismo con un smartphone normalmente, para subirla a las redes sociales o compartirla con sus amigos. Así lo define el Oxford English Dictionary.

¿Una sociedad narcisista?

Esta nueva forma de autorretratarse ha adquirido fuerza entre los jóvenes alrededor del mundo.  Ellos lo manejan como una forma de comunicarse con las demás personas, reportando cada evento donde se encuentren o cada actividad que realicen. Sin embargo, el constante envío y publicación de imágenes en las redes sociales pone una señal de alerta sobre las tendencias juveniles.  Jessica More, coordinadora del Centro Cultural Occidental, asegura que las selfies dan cabida a una sociedad narcisista, en la que llenamos nuestra vida con imágenes de nosotros mismos. Ella afirma que “el selfie crea un ilusión que grita ¡Mírame, aquí estoy!” 

Hay quienes defienden esta nueva tendencia como un fotoperiodismo en el que cada uno cuenta su historia a través de una imagen. El actor y productor de cine, James Franco, señala que el selfie da apertura a una cultura visual, porque con una foto las personas muestran al mundo entero dónde se encuentran, cómo se sienten, en qué están pensando o qué están haciendo.

 

Un selfie se deriva de la palabra “Myself”, que traducida al español significa “yo mismo”

Jordi Busquets, doctor en Sociología, asegura que el éxito de esta forma de autorretratarse no es fruto de la casualidad, sino que, refleja “la necesidad que hay de hacerse ver, para demostrar que se tiene una vida maravillosa”, y afirma que  ese deseo de los individuos de mostrarse ha existido siempre, pero “ahora es más exagerada, porque a través de las nuevas tecnologías se ha descubierto una nueva forma de comunicación”.

Si bien es cierto, el autorretrato no es otra cosa que la adaptación de la tecnología a nuestra necesidad y realidad actual. A falta de fotógrafo se crearon las selfies, pero es importante resaltar que muestran un aspecto negativo que es merecedor de análisis. 

¿Qué necesidad psicológica mueve a los jóvenes a publicar una foto sobre sus vidas en redes sociales? ¿Acaso existe un vacío en su interior que buscan llenar con la atención que reciben por las fotos? Todos estamos llamados darnos un momento y sentarnos a reflexionar  en lo positivo y negativo de una tendencia, porque si una foto dice más que mil palabras, ¿qué nos dirá un selfie

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Por Luciana Loyola
Estudiante de Periodismo

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