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A veces el rol de padrinos y madrinas de bautizo está un poco confundido. Tanto los ahijados como los padres, esperan algunas cosas que realmente no son sus reales funciones y que poco tienen que ver con el llamado que han recibido.

Tu vida es tu currículum

Como padrino has sido elegido por los padres, más que por tu relación con ellos, por tu vida, por cómo vives tu fe, por el testimonio de tu lucha sincera por vivir los principios del Evangelio. Madrinas y padrinos son personas que por su testimonio de vida podrán dar luces al recién bautizado de cómo hacer para vivir como un buen cristiano durante toda su vida. ¡Comienza a vivirlo!

Das el mejor regalo

No esperamos que nuestra madrina o padrino nos dé un regalo especial para navidad o para nuestro cumpleaños. Madrinas y padrinos el mejor regalo que puedes darle a tu ahijado es el regalo de la fe. Acompáñalo de forma cercana y sincera para que la vida espiritual y la relación con Jesús sean siempre parte fundamental de su vida como nuevo cristiano.

No eres un padre sustituto

A veces se piensa que cuando te piden ser padrino, lo que te están pidiendo es que en caso de que los padres fallezcan tú te hagas cargo del pequeño. Uno no busca padrinos para tener padres de repuesto, se los busca para que acompañen a los padres y les animen, al igual como lo hacen con el ahijado. Forman parte de familia espiritual donde el amor y la fe los une, no una responsabilidad legal para con los niños si es que quedan huérfanos.

Compartes lo mejor que tienes

Una madrina o padrino comparte su fe, por lo tanto debe tenerla, alimentarla y hacerla crecer. Es tu responsabilidad el estar preparado para responder a las dudas y para acompañar en los momentos oscuros a tu ahijado. No solo con apoyo económico o con los bonitos regalos, sino con la palabra de Dios, con la esperanza cristiana y con mucho amor. A los padres de los niños y a los padrinos, así como a los familiares, el Papa Francisco les pidió: “ayudar a estos niños a crecer bien si se les da la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesús”. Pero también, “hay que darlo con el ejemplo”.

Permaneces cerca

Esa es tu misión, acompañar, estar cerca. Es recomendado buscar dentro de la familia, pues es mucho más fácil asegurar un lazo firme con el ahijado. Entre los amigos también es buena idea, pero la intención es que sea alguien cercano, que no vea a su ahijado únicamente para las fiestas, sino que puedan compartir tiempo juntos, que conozca su proceso y su desarrollo como persona y como cristiano.

Estás dispuesto a asumir la responsabilidad de forma indefinida

El bautismo abre las puertas del cielo al bautizado, ya es parte de la Iglesia, es hijo de Dios y con vocación de vida eterna. Quien acepta ser madrina o padrino lo hace de forma indefinida, como una muestra de amor hacia su ahijado. Pero también como un servicio a Dios, acompañando a este nuevo cristiano en su desarrollo y madurez.

Quien acepta este reto y esta responsabilidad lo hace para siempre. La calidad de hijo de Dios es eterna, por lo tanto tu tarea de amor, compañía, cuidado y orientación no termina cuando tu ahijado se hace adulto, sino que continúa por toda la vida.

Vía: LaFamilia.info

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