Compartir:
No recuperaremos los momentos que no estuvimos con ellos; pero, si nos organizamos bien, podemos esforzarnos por estar lo más cerca posible.

La situación actual en que vivimos, no permite -en determinados casos- que papá y mamá se encuentren presentes en la casa, sobre todo en la tarde, que es el momento favorable para conversar con los hijos, ayudarles en las tareas y detectar problemas que estén ocurriendo en el colegio… o en el mismo hogar, con los hermanos.

Es necesario que estemos enterados de todo lo que está pasando en la vida de nuestros hijos, ya que el tiempo pasa, y de repente vemos que hubiéramos solucionado algunos problemas, detectándolos a tiempo, en algún momento concreto de sus vidas.

Papá y mamá tienen que trabajar. Es una realidad, pero ¿qué podemos hacer? No es tan fácil encontrar una respuesta, pero tratemos de buscar posibles soluciones.

Organiza tu tiempo

Podríamos destinar un tiempo en la tarde para escribirnos o hablar directamente con ellos a distancia.

Felizmente, la tecnología está de nuestro lado, y podemos comunicarnos con nuestros hijos de muchas maneras. Podríamos destinar un tiempo en la tarde para escribirnos o hablar directamente con ellos a distancia. Que vayan pasando uno tras otro al teléfono, y de esta manera estaremos enterados de lo que ocurre, de sus anhelos y de sus frustraciones, de sus alegrías y sinsabores, de lo que ellos añoran y que está a nuestra mano brindarles. 

Es conveniente -al respecto-, el fin de semana por ejemplo, que todos estamos en la casa, salir un sábado con uno, el siguiente con la otra. De esta manera, ellos sentirán que el vacío de lunes a viernes, al no encontrar a sus padres en la casa, estará en cierta forma compensado con “este día me lo ha dedicado a mí”.

Otra posible solución es que papá o mamá lleguen más temprano. Si revisamos el tiempo que permanecemos en la oficina, algunas veces lo perdemos en actividades que podríamos realizarlas en otro momento.

Volvemos a insistir, llegará un día en que nuestros hijos se harán grandes, y no habrá tiempo para regresar atrás. Aquellos instantes en que pudimos disfrutarlos ya pasaron, y no retornarán. Las fotos y los videos nos ayudarán a recordarlos, pero nunca suplirán aquellas ocasiones que debimos dedicárselas a ellos, cuando eran pequeños y nos necesitaban.

Por último, si ya no es posible llegar más temprano, que la permanencia en la casa (ya en la noche), no se convierta en tiempo de televisión y descanso para nosotros. Es cierto que llegamos cansados, pero esos minutos que faltan para que nuestros hijos y nosotros vayamos a dormir, tienen que estar destinados para ellos. Sacarlos a pasear si todavía no es muy tarde, llevarlos al parque, pedirles que nos acompañen a caminar algunos minutos, jugar un rato.

En fin, tiene una gran tarea y de usted depende la felicidad de sus hijos. Trate de brindarles calidad de tiempo, ahora, cuando todavía tiene fuerza y entusiasmo para lograrlo.

Por Dr. Mario Monteverde Rodríguez
Orientador Familiar
IMF

 

Compartir: