Compartir:
Miembros de la sociedad civil de varios países latinoamericanos, entre los que estuvo Ecuador, lograron incluir la protección de la familia en los documentos de la cumbre.

La sociedad civil de 18 países en América Latina, se logró la inclusión de la protección de la familia  como eje rector para garantizar la paz y la seguridad en la región y como principal responsable en la educación de sus hijos, en los  documentos oficiales de la VII Cumbre de las Américas.

Esto significa un avance en la  conciencia y defensa del fortalecimiento de la  institución familiar  como  factor del bienestar de la sociedad y de  las naciones en un organismo internacional como la OEA, en donde  hasta hace dos  años los grupos lésbico, gay, transexuales y bisexuales, así como aquellos que buscan modificar  o ampliar el concepto de familia como un objetivo minoritario, avanzaban sin que nadie les hiciera contrapeso.

El concepto de protección de familia fue incluido en algunas de  las mesas de  Gobernabilidad; Participación Ciudadana, Educación; Salud; Seguridad; Migración, Ambiente y Energía que  reunieron a actores civiles de 34 países del Continente.

Se logró conciencia de la importancia de la familia y el rol protagónico de los padres como primeros responsables de la educación de sus hijos.

Citaron como ejemplo que en la mesa de Educación se logró conciencia de la importancia de la familia y el rol protagónico de los padres como primeros responsables de la educación de sus hijos, algunos grupos minoritarios presionaron a tal grado –incluso más que las personas con discapacidad que eran mayores en cantidad- y buscaron  reemplazar el concepto “familia “por el de “padres, madres y tutores”.  

Sin embargo, sólo quedó como  cita textual  de disenso al pie del texto en el tema de “Definición e implementación de Políticas Públicas” de la mesa de Educación. En materia de Seguridad, hubo la petición a los Estados para reconocer que la seguridad es preocupación de la ciudadanía y  la  protección a la familia funcional  como  base  para la prevención y el desarrollo de la región.

En materia de Educación se pidió a los mandatarios de la región integrar a la familia  de forma incluyente, en la enseñanza y aprendizaje por medio de su involucramiento proactivo y propositivo  en la  formación de sus hijos; la educación en valores, con responsabilidad de los padres de familia; educación sexual y afectividad según la edad y en materia de definición e implementación de políticas públicas  se deberá considerar la inclusión, la equidad, participación de la familia, de forma inclusiva, educación adulta y educación temprana para fomentar una cultura de paz, dice el documento.

Por propuesta de Cuba,  explicó la chilena Issminni Amastassiou, se pidió firmar el documento final a las organizaciones participantes a lo que se negaron grupos de Perú y de Brasil, quienes incluso abandonaron el  salón. Los peruanos argumentaron que en su país el género no estaba definido y Brasil mencionó que  les ha llevado  muchos años una discusión de que la  no discriminación debe ser general y que no deberían describirse categorías en el documento, pues  así siempre quedara alguien fuera.

El documento establece el respeto a la salud como derecho humano inalienable y la responsabilidad del Estado en garantizar el acceso universal gratuito y equitativo a los cuidados de salud. Salud fue una de las mesas  en las que fue necesario  recurrir a la votación pues el consenso  era difícil, ante la  fuerte presión de grupos  de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y gays que buscaban incluir el “derecho a decidir”  y los “derechos sexuales y reproductivos” en el documento final.

Sin duda, un logro, dijo, fue pedir a nuestros gobernantes “priorizar la protección integral de la salud y nutrición materno-infantil con estrategias de educación, promoción, prevención y atención”. Aunque también se incluyó la demanda de  garantizar el acceso a la  salud sexual y reproductiva con un enfoque de derecho para todas las personas.

En la mesa de  Participación Ciudadana se pidió a los Estados el reconocimiento efectivo de la sociedad civil y la participación ciudadana para fortalecer la democracia. Aquí se pidió a los Estados abstenerse de aprobar leyes que vulneren la familia, así como legislación que se oponga a tratados internacionales.

Compartir: