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La Iglesia católica de Ecuador recuperó una silla que utilizó el Juan Pablo II cuando estuvo en Guayaquil, hace treinta años. Ésta será utilizada por el actual pontífice, Francisco, durante la Misa que celebrará en esta misma ciudad el 6 de julio.

El arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, dio a conocer en una entrevista radial el hallazgo de la silla, que «estaba cuidadosamente guardada» por una familia «desde el tiempo en que hace treinta años la usó Juan Pablo II», dijo.

Monseñor Arregui explicó que «ya se había encargado una nueva silla» para la celebración de la Misa, pero la antigua ha sido renovada «y queda magnífica».

Esta silla «es una de tantas cosas que nos han venido regalando» con motivo de la visita del pontífice, comentó el arzobispo, quien indicó que «ha habido toda suerte de donaciones» para organizar la visita. 

Contribuciones

También habló sobre la financiación de los gastos que generará la estancia del Papa en esa ciudad y destacó la ayuda económica del Municipio de Guayaquil, con una aportación de 350.000 dólares y de la Prefectura del Guayas, con 200.000.

Además, el Ministerio de Vivienda se encarga de la construcción del templete donde se celebrará la Misa papal y el de Obras Públicas de los trabajos de adecuación de los terrenos del Parque Samanes, lugar de la ceremonia, donde se espera que asistan cerca de un millón de personas. 

La Secretaria Nacional de Comunicación, por su parte, colocará pantallas gigantes y se ocupará de las instalaciones de sonido para que la celebración pueda ser escuchada por todos los asistentes. 

Se trata de preparativos que implicarían «un esfuerzo gigantesco (para la arquidiócesis) y que el Gobierno está contribuyendo de una forma muy directa a solventar», indicó.

Además, existen «un sinnúmero de aspectos que no están en el presupuesto de la arquidiócesis», como material de preparación catequética, libros, una edición conmemorativa de los evangelios, «kits» del peregrino y otros que se sufragan también con apoyo de donaciones particulares.

Junto a ello, será necesario proveer de transporte, servicios técnicos y de otra índole, lo que situará el presupuesto de la visita en una cifra cercana al millón de dólares, comentó.

César Piechestein, sacerdote y vocero de la visita papal informó, que se dispone de unos 4.000 voluntarios, número que puede llegar hasta los 5.000 y dijo que este domingo se celebrará la primera sesión para su capacitación.

 

Vía El Universo

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