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El Papa Francisco los recibió como parte de la celebración por los 100 años del movimiento Schoenstatt. Dos parejas nos comparten sus reflexiones sobre el mensaje del Santo Padre a las familias.

CARLOS Y DORY DE MANRIQUE:

“Nos habló como si estuviéramos conversando en la sala de su casa.”

DORY

“La familia de Schoenstatt celebra un jubileo por los primeros 100 años de la Alianza de amor con la Virgen María y, como conclusión de esta celebración jubilar, se propuso ratificar al Santo Padre el amor y servicio incondicional a él y a la Iglesia”, nos cuenta Dory Baquerizo de Manrique. Ella, junto a su esposo Carlos y su hijo José Javier,  asistieron a esta cita con el Papa Francisco.

En el Aula Pablo VI en el Vaticano, el 25 de octubre del año pasado, el Santo Padre les habló “como si estuvieran conversando en la sala de su casa”, dice Carlos.  “Lo experimenté sereno, alegre, entusiasta, muy acogedor y conocedor de quienes lo visitaban”, y Dory lo describe como “un hombre relajado, seguro, apasionado, práctico, conocedor de las luces y sombras de la sociedad actual. Un hombre profundo, con una vida de oración que lo sostiene y con una humildad que los hace repetir siempre: Recen por mí”.

Para ellos, el Papa ratificó su misión de acompañar las realidades dolorosas que la familia experimenta hoy, llevando paz y esperanza; Carlos y Dory dan apoyo a novios que quieren casarse y desde hace 10 años a matrimonios con dificultades.

 

El Papa nombró a María como modelo de educadora, ¿qué reflexión te suscita?

“Personalmente y como familia hemos aprendido a darle a la Virgen María el espacio para educarnos.  Le pido que me ayude a descubrir en cada circunstancia el querer de Dios. Le comparto a diario mis debilidades, anhelos y me pongo en sus manos, confiándole a quienes amo y a quienes acompaño profesionalmente. Ella, de forma maternal, me conduce impulsándome a buscar en todo momento mi mejor versión, esa que Dios pensó para mí. Ella, como buena educadora, me usa como su pequeño y débil instrumento para acercarme y ayudarla a conducir a muchos hacia su hijo Jesús”. 
Dory
¿De qué manera tu paternidad se vio reforzada con este encuentro?

“Así como el Santo Padre es Pastor de la Iglesia, comparto como padre  el ser pastor de mi iglesia doméstica: mi familia y todas las familias que Dios me confía. Siento que mi principal tarea como padre es testimoniar valores que respondan eficaz y eficientemente al mundo de hoy. Ser padre es acompañar, escuchar, iluminar, conducir, transparentar ese amor incondicional de Dios Padre, que San José testimonió tan claro y sencillamente al interior de la familia de Nazaret, imitarlo es un gran desafío. Lucho porque mi familia se sienta tan profundamente amada por mí, que vean en mi amor una expresión del inmenso amor que Dios nos regala”.
Carlos

GIANCARLO Y SANDRA DE CARROZZINI: 

“Un hombre de Dios, en contacto con el cielo, pero con los pies en la tierra”.

sandrita carrossini

Muchas personas han podido encontrarse con Francisco solo por dos minutos, pero ellos tuvieron la oportunidad de estar más de una hora con él. “Fue una gran generosidad del Papa, compartir con la familia internacional de Schoenstatt por cerca de hora y media. Nosotros lo recibimos como un acto de respeto y aprecio que  agradecemos profundamente”, dicen Giancarlo y Sandra de Corrozzini.  Ellos pertenecen a este movimiento desde hace 8 años.

De palabras sencillas, pero profundas, conocieron a un Papa bromista y con una alegría contagiosa. “Tiene un cariño muy especial a la Virgen María. Recuerdo que a la pregunta sobre cuál era su secreto, nos dijo que no sabía qué responder. Sin embargo, siguió desarrollando la idea y al final concluyó que sí tiene uno: señaló a la imagen de la Virgen Peregrina de Schoenstatt y nos contó que es rezarle a la Madre de Dios todas las mañanas”. Estos esposos reconocen que la familia está en crisis y que le pegan de todos lados, por eso “no debemos quedarnos en la comodidad de nuestro hogar. Debemos hacer crecer las conciencias de los demás, sanar las heridas y evangelizar principalmente con el acompañamiento”.

 

En el santuario de Schoenstatt de Alemania durante el jubileo.
En el santuario de Schoenstatt de Alemania durante el jubileo.
María es modelo de educadora, ¿tus reflexiones de las palabras del Papa?

“Cuando el Papa la nombraba, el auditorio entero se desbordaba con gritos de alegría.  Ella es la Madre, la Reina y la Educadora por excelencia.  Recuerdo que claramente nos dijo ‘ningún católico es huérfano, María es la madre de todos y el que no la quiera por madre, la tendrá por suegra’. ¡Cuánta falta nos hace a las mamás del día a día tenerla como modelo! ¡Con cuánto amor educó Ella a Jesús desde niño! Debemos pedirle,  acercándonos a los sacramentos, recibir las gracias que nos permitan ser madres y educadoras como Ella”.
Sandra
¿Tu paternidad se vio reforzada con este encuentro?

“La calidez, cercanía, el contacto personal uno a uno, que nos muestra el Papa Francisco, es el estilo y tono que debemos mantener siempre para el contacto y formación de nuestros hijos. Él siempre nos dice: “Amar como ama Dios Padre, siempre y para siempre”. Es fácil amarlos cuando se portan bien, y hay que amarlos más cuando no lo hacen. Los padres debemos rezar cada día para poder ser un San José para su esposa e hijos y un reflejo del amor de Dios Padre”.
Giancarlo

 

 

 

 

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