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Raúl Bermejo, es un maestro de primaria, de España, que desde que comenzó a ejercer su profesión supo que las cosas debían hacerse de otra manera. Notaba que los métodos tradicionales de enseñanza no se correspondían con lo que la vida exige a los adultos.

Para Raúl tener una clase a su cargo supone mucho: “Para mí, mi trabajo lo es todo. Un maestro tiene que educar, enseñar y aprender, que también es algo que se nos olvida. Vivimos en una sociedad en la que por desgracia la conciliación en muchos casos es imposible. Y como los niños pasan tantísimo tiempo en un centro educativo, al final, también tenemos que educar a los maestros”.

Raúl explica que es clave “saber motivar a sus alumnos y, sobre todo, tener claro que hay contenidos mucho más importantes que la lecto-escritura. Parece obvio pero no lo es. Si trabajas los valores, el respeto, la empatía desde edades tempranas, los niños aprenden a considerar a todos los demás”. Señala que su método es muy sencillo. “Por los años de experiencia que llevo en el mundo de la educación he ido observando. Me baso en un aspecto muy importante: escuchar más a los niños. Y mi forma de trabajo, obviamente, lo apoyo en lo que ellos demandan. En lo que investigo y leo en lo que realmente pienso que es más importante como personas”.

También menciona que no hay niños malos: “Pienso que cuando uno tiene conductas inapropiadas en el aula o en determinados contextos, hay que mirar el entorno. Seguramente no es solo el pequeño. Hay que ver lo que falla en la educación que está recibiendo y el entorno en el que se está criando, tanto a nivel familiar como educativo. A un niño con problemas de conducta se le puede reconducir en el colegio”.

Recalca que el respeto, solidaridad, sensibilidad y empatía son las bases para evitar que en algún momento se llegue a casos de acoso escolar. “Estamos tan obsesionados con que los niños saquen buenas notas o que aprendan más que nadie, que nos olvidamos de los sentimientos”.

Juegos, familia y tiempo libre

Uno de los errores que detecta este maestro en los cursos infantiles es la ambigüedad sobre el decreto que regula esta etapa. “Se marca un objetivo que es iniciación a la lectura. Luego en un anexo ya dicen que tiene que leer frases cortas. Y así no. Eso de que tiene que pasar a primaria leyendo y escribiendo, no sé si ha sido presión de la sociedad o de los padres para presumir del niño. O del propio maestro para alardear del trabajo que está haciendo”. Dice que no se tiene en cuenta las capacidades y el desarrollo del niño.

Por otro lado Bermejo reflexiona acerca del papel que tienen las familias también en el desarrollo de sus hijos: “Pienso que siempre tiene que estar en coordinación con los maestros. Hay que depositar más confianza en los educadores hoy en día”. También que hay que buscar el talento de sus estudiantes por medio del juego y el tiempo libre. “El juego es el motor de aprendizaje y donde más conoces a los niños, por eso digo que el recreo debería ser una asignatura más. Así te vas preocupando de lo que le gusta a cada niño. Hay que estar pendiente de todos, hasta de los más tímidos”.

Vía: ABC de España

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