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A veces es fácil olvidar lo que significan nuestros símbolos patrios, pero así mismo debemos recordar por qué están aquí y qué significan.

Así comenzó este espacio de escritura en el que me tomé el tiempo de pensar en la pregunta. Honestamente preferí comenzar por fijarme en el escudo; recordé de mi infancia fue que amaba sus colores, qué vivos, qué bellos los veía. ¡Atención! que no solo son el amarillo, azul y rojo, sino, los colores del paisaje que el Escudo tiene pintado en su interior. Desde pequeña, como ahora, me llevan a lugares de alegría y de remembranzas, me hace pensar que el Escudo lleva en su interior «los colores de mi amorosa tierra».

Partes del escudo

Ver el cielo allí pintado me conecta con ese chal azul que nos cubre completos y que a más de uno, en numerosos casos, nos ha acompañado a ver el mar y sus atardeceres llenos de naranjas brillantes y amarillos fogosos. ¿Cómo no conectar con la paz que ese momento ofrece? ¿Cómo no reconocer esta sensación pintada en el escudo?

Pensar en la ría también, aquella que es cauce y malecón, ¿cuántas veces hemos estado allí? ¿Cuántos recuerdos saltan a la mente de pensarla inmensa, correntosa, sonora y envolvente? Pensar en el volcán donde culmina el río. Ese que el escudo presenta, el icónico Chimborazo, que representa fuerza, calor e ímpetu. ¿Quién no se ha sentido ínfimo junto al volcán, quién no ha pensado lo majestuoso de ese espléndido lugar?

¿Cómo no enamorarse del sol pintado ahí? Ese mismo que calienta el día y enciende la mañana ¿Cómo no verlo así? ¿Acaso ver el radiante sol del escudo no nos conecta a esos días de playa en familia o al calor de las ciudades costeras? Pensemos en las situaciones que el sol provoca. En esa delicia de meterse al mar con la playa soleada, en ese jugo helado si estamos en la ciudad o en esa mañana acogedora si estamos en la sierra.

Visto así, ¿es o no el escudo un mosaico de elementos digno de contemplar? Es importante reforzar una vez más que los símbolos patrios están ahí para amar a la Patria cuando los vemos. Recordemos que están para representar nuestro país, para decirnos por qué vernos en ellos; porque debe quedarnos claro que solo amamos aquello que conocemos, que vemos, que recordamos. Por eso están ahí por eso los festejamos, por eso deben estar en todos lados.

Por: Ma. del Carmen Rodrigo
Psicóloga Clínica
mariadelcarmenrodrigoh@gmail.com

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