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Descubre qué tal eres con tus amigos con ayuda de este test. 

1. Estás con tus amigos en una fiesta y empiezan a criticar a otro amigo ausente. Tú:

a. Te unes a las críticas y comentas otras anécdotas negativas que colaboran a desprestigiarlo.

b. Escuchas las barbaridades que dicen, pero te quedas callado.

c. Sales a defenderlo y expones sus cualidades y virtudes.

 

2. Llevas varios años trabajando en una empresa. Te cambian a otro departamento y descubres que allí se hacen pagos indebidos. A ti te toca firmar esos pagos, entonces:

a. Pides que te agreguen en esa lista pues piensas: “Si todos se benefician y no hay modo de cambiar las cosas, ¿por qué yo no?”

b. Simplemente firmas. Al fin y al cabo son “compromisos” que otros asumieron antes de ti.

c. Hablas con tu jefe inmediato y expones con discreción y prudencia su inconformidad por estas inconsistencias.

 

3. Llegas a pasar una temporada en un país extranjero. Conoces a un amigo que te orienta y te acompaña. Al finalizar la temporada, tú:

a. Regresas a tu país y te olvidas de tu amigo.

b. Lo recuerdas con cariño, pero no cultivas esa amistad ni le manifiestas su gratitud y afecto.

c. Le envías fotos, le escribes y mantienes la comunicación.

 

4. Tus padres cometieron un error que te hirió profundamente, tú:

a. Decides alejarte de ellos.

b. Permaneces como si no hubiera pasado nada, pero en el fondo de tu corazón alimentas la herida.

c. Te acercas a ellos y les cuentas el daño que te hicieron, y los perdonas.

 

5. Tu mejor amigo te habla de una situación delicada en la que está involucrando, tú:

a. Charlando con otro amigo en común se te sale la confidencia. Para remediarlo añades: “No le vayas a decir que te conté”.

b. Tú analizas la confidencia, entiendes que la situación es realmente delicada, pero no la remedias. Te limitas a guardarte el secreto.

c. Hablas con tu amigo y  te propones que juntos busquen soluciones para que puedas salir de la situación. Haces lo que está a tu alcance para ayudarlo.

 

6.  Si te vas a vivir a otro país…

a. Olvidas las costumbres y tradiciones de tu patria y niegas los lazos que te unen a tus raíces.

b. Recuerdas con nostalgia las cosas bonitas que viviste en la infancia, pero procuras permanecer distante.

c. Emprendes proyectos para ayudar a tu país desde donde te encuentras y mantienes vivos los nexos.

 

7. En la empresa donde trabajas hay una serie de herramientas a tu disposición, tú:

a. Las utilizas según tus antojos y caprichos: prolongas tus llamadas personales más de lo necesario, gastas sin medida la tinta y el papel.

b. Eres muy creativo a la hora de racionalizar los recursos, pero no compartes esas ideas con nadie. Cuando observas, protestas para tus adentros, pero no haces nada.

c. Eres consciente de que los recursos pertenecen al capital de la institución de la que tú también eres parte y por eso emprendes una campaña de ahorro.

 

8. Como miembro de un equipo, tú:

a. Criticas al líder cuando fija las normas para el correcto funcionamiento del equipo.

b. Llevas en todo la contraria y actúas a regañadientes.

c. Aunque no estás de acuerdo con los procedimientos del líder, sigues las instrucciones porque sabes que las normas ayudan a sincronizar al equipo.

 

RESULTADOS:

 

Mayoría de A:

Tienes un trecho por recorrer para incorporar la lealtad en tu vida. Si sigues así, al cabo del tiempo te quedarás aislado y solo. Ninguna persona ni institución quiere contar entre los suyos a quienes se traicionan a sí mismos o les dan la espalda en los momentos más críticos.

Para un momento y reflexiona: ¿Por qué no soy leal? Puede ser que te hayas vuelto desleal porque te desengañaron en un momento de tu vida, pero con tu actitud lo único que haces es amargarte la existencia. Entre todas esas experiencias difíciles que te llevaron a volverte así, abre paso en tu memoria a un episodio en el que alguien te haya sido fiel: ¿Verdad que desearías revivir esa experiencia? ¡Es posible! Muchos capítulos de estos pueden resurgir en tu vida ahora mismo si cambias de actitud.

 

Mayoría de B:

Eres de los que adopta el camino fácil, que a la larga siempre resultará el más difícil. Y en muchas ocasiones te riges por el “qué dirán”. Por temor al rechazo social, prefieres callar. Con tu actitud pasiva conservas los vínculos con las personas e instituciones, pero no los fortaleces. Recuerda que cuando no damos pasos hacia adelante, la inercia nos empuja hacia atrás. Entonces, en vez de mejorar, dejamos que nuestros defectos y los de quienes nos rodean se nos vayan aferrando como el óxido con el paso del tiempo. Proponte hoy ser más leal con alguien: tu familia, tu empresa, un amigo, tu religión. Empieza por un aspecto de tu vida y notarás cómo tu cambio de actitud comienza a impregnar todo lo demás.

 

Mayoría de C:

Definitivamente eres una persona leal. ¡Cultiva esa virtud! Siempre es posible ser más leal con las personas que nos han instruido, con las instituciones que nos han acogido, con los amigos que nos han acompañado en el camino. Las virtudes se apoyan unas a otras y en la medida que mejoramos en un aspecto, se van perfeccionando todos los demás. Por eso, cultiva otras cualidades afines: la justicia, el respeto, el patriotismo, la perseverancia, la fidelidad, la gratitud.

 

 

 

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