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Compartiendo tareas del hogar con nuestros hijos podemos lograr una mayor armonía y sentido de responsabilidad.

Durante la época de vacaciones asignar y dividir las tareas entre todos los miembros de la familia es la oportunidad perfecta para enseñarles a los niños la habilidad del sentido común, ponerse en el lugar de los otros, el respeto, la independencia y hacerlos responsables.

Criar niños capaces

Es común que el padre actual desee evitarle a sus hijos “los trabajos que tuvo que vivir” o “darles a ellos lo mejor”, aunque estas situaciones incapaciten al niño en su autonomía y desenvolvimiento dentro de la sociedad, privándolo de nuevas experiencias. Mientras que existe otro extremo, en el que los padres ponen a sus hijos al cuidado total de sus hermanos, a lavar la ropa de toda la familia o trabajar en la calle, sometiéndolos a explotación y un recargo que repercute negativamente en la psicología y física del pequeño.

Colaboración según su desarrollo

Enfrentarse a una nueva labor, puede producir frustración, pero si el niño aprende a manejarla de una forma positiva, se sentirá feliz de haber superado los obstáculos para lo que podemos darles responsabilidades..siempre acorde a su edad y capacidades:

1 año: comer sólo.

3 años: organizar sus juguetes, regar las plantas y ponerse sus zapatos.

5 años: asearse y vestirse sólo, organizar, sacar la basura, lavar platos bajo supervisión y darle de comer a las mascotas.

7 años: ordenar su cuarto, escritorio, mochila y quitar el polvo de los muebles de la casa.

9 años: limpiar el suelo, preparar alimentos sencillos con supervisión y cuidar a la mascota.

10 años: pasear a los animales domésticos, tender la ropa, cuidar temporalmente a un hermano menor (no toda la responsabilidad), ayudar en labores domésticas como limpiar el suelo, barrer el patio, ayudar a lavar el auto.

+12 años: realizar compras y encargos junto a un adulto, coser algo sencillo, limpiar cristales y ayudar con las tareas del hogar.

La labor de los padres no es facilitarle la vida a los hijos, sino en el mejor sentido de la palabra, dificultársela para sean más independientes y responsables con sus actos, donde el trabajo en el hogar no es un castigo sino parte del crecimiento personal.

 

Por:  Daymari Campo Guerra

      Máster en Psicología Clínica

     Cel: 0995601866 

 

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