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Por Juan Felipe Torres
Editor
jtorres@revistavive.com

En vista de que los hombres se sentían incómodos en grupos con mujeres, fue creada “La Barca de Pedro”, un espacio de oración para ellos.

Tras la insistencia de una señora para que su esposo acuda a un grupo de oración, surgió la Barca de Pedro. “No me siento cómodo con tantas mujeres”, fue la expresión de aquel marido luego de asistir junto a su esposa al encuentro de oración. El padre Carlos García escuchó el comentario y decidió fundar un grupo de oración masculino.

miembros

Miembros de La Barca de Pedro antes de iniciar su reunión mensual

Lin Chiang asiste desde hace más de una año a este grupo de oración exclusivo para hombres. “El padre Charlie (como lo conocen) le puso el nombre en honor a Pedro, pescador de hombres”, dice entusiasmado.

Hombres y pecadores

El único requisito para formar parte de este grupoes ser hombre, pecador y tener la predisposición para asistir a la Iglesia San Judas Tadeo el segundo miércoles de cada mes. Las reuniones se vienen realizando desde hace aproximadamente tres años con un grupo que varía entre 25 y 30 personas.

Luego de la misa de siete de la noche, los participantes se reúnen con cantos y una oración. 

Cada sesión, que dura cerca de una hora, cuenta con la participación de un invitado externo o miembro del grupo, quien brinda su testimonio vivencial.

Luego, el padre Charlie lee algún pasaje bíblico y reflexiona en torno a él. El objetivo final de cada asamblea es vivir durante el mes los consejos y reflexiones adquiridas.

Cada año realizan un retiro espiritual y tienen previsto organizar actividades familiares para que el grupo se vaya conociendo e integrando cada vez más. 

Gianfranco Di Mattia es uno de los fundadores del grupo y resalta lo importante que es en su vida: “Yo venía los domingos a misa pero no era católico de verdad. A medida que pasaban los meses yo necesitaba cada vez más la Barca de Pedro. He logrado enderezar mi vida y ahora soy catequista del padre”.

Además, afirma que gracias a su ejemplo sus hijos también participan activamente de diversos grupos o movimientos católicos.

Las reuniones se vienen realizando desde hace aproximadamente tres años con un grupo que varía entre 25 y 30 personas.

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