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Muchos se preguntan hasta cuando “está bien” vivir con los papás pero ¿cuál es la respuesta?

Es bastante complicado establecer una postura frente a una situación que amerita un análisis profundo para cada caso. Más aún cuando conocemos que se trata de ambientes familiares que podrían ser carenciados o disfuncionales.

¿Un hijo se debe ir de casa? Si se lo preguntamos a una madre soltera, con hijo único, la respuesta definitiva será NO. Por supuesto, esta respuesta tiene una carga afectiva que aporta solo uno de los actores en este sistema familiar. Sin embargo, no por ser una respuesta “afectiva” debe considerarse como única para todos los casos. Otro caso: una familia con dos hijos, con una economía relativamente estable y que decidieron que sus hijos estudien en el exterior, conociendo que existe una alta posibilidad de que permanezcan en el extranjero. ¿Hicieron bien esos padres? ¿Aceptarán la decisión de sus hijos de “quedarse” en otro país?

Definitivamente cada caso es diferente a otro y de eso dependerá la situación. Esto no quiere decir que no podamos establecer criterios sobre la forma en la que se deben tomar decisiones en torno a la vida familiar y sus consecuencias.

¿Cómo consideramos el futuro de nuestros hijos?

Teniendo en cuenta que es una decisión que involucra completamente su propia vida, la respuesta no la deberíamos hacer como padres, sino que son los hijos quienes la deberán responder. Suena duro, pero no criamos a nuestros hijos para que sean nuestras sombras, sino para que brillen con luz propia.

¿Educamos a nuestros hijos como personas autónomas?

Esa es la idea básica de la educación, donde cada joven y adolescente debe crecer en responsabilidad frente a su propia vida, progresando en madurez y autonomía.

Por tanto sería muy extraño permitir a un adolescente, inmaduro en todo sentido, que abandone el hogar. Asimismo a que un adulto, profesional o no, que permanezca en casa para siempre, como una carga para su familia.

¿Como padres esperamos que nuestros hijos nos acompañen en nuestra ancianidad?

Es una pregunta muy “cultural”, ya que sabemos que los anglosajones esperan la mayoría de edad para salir de casa, mientras que los latinos tendemos a regresar al entorno parental. Sin embargo debemos orientarnos por aquellas costumbres que alimenten la vida familiar, tan rica en nuestro medio, pero sin crear dependencias.

¿Cuál es la edad de la madurez?

Según los estados evolutivos de Piaget y los postulados de la inteligencia emocional de Golemann, una persona de alrededor de 21 años, debe moverse por la vida con autonomía y libertad. Muchos se preguntarán, si es lo correcto o no, pues la respuesta está en la madurez con que se enfrente la vida.

De padres posesivos y egoístas, resultarán hijos egocéntricos; de padres generosos y educadores, resultarán hijos cercanos y que disfrutan la vida familiar con una sana independencia.

No olvidemos que Jesús permaneció junto a sus padres hasta los 30 años. Eso si, lo hizo trabajando y aprendiendo un oficio que le permitió crecer en gracia y sabiduría. Sobretodo lo más importante fue para asumir una misión en la vida.

 

Por: Lcdo. Víctor Cárdenas Negrete

Centro Pedagógico Kentenich

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