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Prefieren divertirse sin alcohol, porque la alegría la llevan dentro.

Las fiestas juveniles suelen tener un elemento en común: el alcohol. Otros factores como la comida, el  baile o la ambientación pueden faltar, pero el alcohol no.

Ante la ley, los menores de 18 años no pueden ingerir bebidas alcohólicas. Sin embargo, en la mayoría de  casos, los jóvenes tienen contacto con el licor antes de cumplir la edad requerida.

Las razones son muchas y variadas. Algunos lo prueban por presión de sus amigos, o para desinhibirse en reuniones y perder los nervios de acercarse a una chica; otros lo ven como una “prueba” de iniciación hacia una falsa madurez –sobre todo los hombres- y hay quienes son impulsados, en muchas ocasiones, por su propia familia.

Independientemente de la razón por la cual los jóvenes empiezan a beber, el alcohol es considerado como una droga que cada año arrebata miles de vidas.

Ante esta problemática social, chicos y chicas de varios colegios de Guayaquil se reunieron para poner un alto al tema: ¡decidieron no tomar!
“Nos dimos cuenta de que acá no tomar –alcohol- en fiestas, es muy raro. Les choca que alguien no tome y muchos lo hacen por presión social”, asegura la chilena Andrea Henríquez (16 años), quien junto a su hermano Nicolás (17) fueron los precursores de esta campaña.

¡Anímate a ir contra corriente!

Este par de jóvenes chilenos, radicados con su familia en Guayaquil, no están solos en la batalla. Tras escuchar la iniciativa, Alejandra Ycaza, Paulina Arnés, Irene Guerrero, Juancho Argenzio, Celeste Nuñez y Mar Rosillo decidieron unirse. “Es una campaña de jóvenes para jóvenes. Y queremos hacer énfasis en que no estamos en contra del alcohol, sino en contra de la presión social que se puede generar en torno a este tema”, asegura Nicolás. 

Para diferenciarse de aquellos que beben, los líderes de la campaña diseñaron pulseras con las insignias: “YONO” –nombre de la campaña- y “No gracias” –en referencia a no aceptar alcohol-. “Las usamos en fiestas para que sepan que no necesitamos tomar para divertirnos. Al comienzo, mis amigos me molestaban, pero han aprendido a respetar mi decisión”, comenta Paulina Arnés.

Este reducido grupo no la ha tenido fácil, pero están firmes y convencidos de lo que hacen. Nicolás recuerda cómo lo empezaron a excluir de fiestas, hasta el punto de ser el único no invitado. “Nosotros no pretendemos juzgar a nadie y a mis amigos les costó, pero terminaron entendiéndolo. Lo bueno del nombre es que se presta no solo para el alcohol, sino para cualquier tipo de situación en donde la sociedad nos presione”, dice.

Juancho Argenzio, en cambio, se llevó una gran sorpresa cuando visitó en España algunas universidades en donde quiere estudiar. “Estaba caminando en el campus y de repente vi a alguien –que no conocía- con una pulsera de las nuestras. Me emocioné mucho porque se va esparciendo la campaña y uno se da cuenta que no está solo en esto”.

Puesta en marcha

Andrea tuvo la oportunidad de presentar el proyecto ante una mesa redonda, en la cual participaron varias empresas. Todas se interesaron por la iniciativa. Actualmente, reciben la ayuda de una agencia publicitaria que les colaboración a promover su causa. 

“He recibido algunas llamadas y nos ofrecen muchas cosas. Están muy interesados, inclusive cervecerías; ya que tienen el problema del expendio de alcohol en menores de edad, lo cual no es legal”, comenta Alejandra Ycaza entusiasmada.

La campaña va dirigida a jóvenes entre 14 y 20 años, la dirigen 30 chicos en 9 colegios. 

Pese a las múltiples ofertas, estos jóvenes decidieron ir por un camino seguro y no perder su norte. “¡Nos prometieron de todo! Pero no queremos perder el manejo de la campaña y ser simple imagen; por eso, decidimos rechazar algunas propuestas y quedarnos con las empresas que se acoplan a nuestras necesidades.

Además, seguimos estudiando y no tenemos tanto tiempo como el que muchos auspiciantes requerían”, asegura Andrea. La campaña ha tomado forma y planean realizar activaciones en colegios y promover su ideal a través de redes sociales, con videos y fotos. Las pulseras son gratuitas y son repartidas, a través de conocidos en Guayaquil, Manta, Chile y España. “Poco a poco vamos llegando a la gente y esperamos dejar una huella”, puntualiza Andrea.

YONO
Andrea Henríquez, Mar Rosillo, Nicolás Henríquez, Alejandra Ycaza, Paulina Arnés, Irene Guerrero y Juancho Argenzio impulsan la campaña YONO.

YONO se propone:

• Crear una red de apoyo para jóvenes que prefieren no tomar bebidas alcohólicas.
• Concienciar a los jóvenes sobre los efectos a corto y largo plazo que tiene el alcohol.
• Demostrar que es posible no tomar y pasarla bien, como alternativa ante la presión social.
• Lograr apoyo de organizaciones, empresas, líderes de opinión y medios de comunicación que respalden esta iniciativa.

 

 

 

 

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