La resiliencia es tener la capacidad de convertir una situación negativa en algo positivo.
Es por esta razón que es importante criar hijos resilientes. Aquí les dejamos algunos consejos:
- La importancia de escuchar.- sin que el teléfono suene, sin televisión que distraiga, que toda la atención esté en el hijo así se sentirá querido y valorado. Crecerá con la seguridad que su opinión importa, y la relación padres – hijos se verá fortalecida.
- El contacto visual con los hijos es fundamental en todo momento.
- ¡A dormir! Estudios demuestran que esos 10 minutos (o ¡40!) mientras los padres hacen dormir a sus hijos es un momento espectacular para fortalecer el vínculo entre ellos y ayuda al desarrollo de los niños. Los niños necesitan dormirse sintiéndose seguros, queridos y con el entusiasmo del nuevo día.
- Abrazos, abrazos, abrazos.- el contacto físico es una forma de reconocer al otro, de hacerlo sentir querido y valorado, especialmente en esos momentos en los que un hijo necesita del abrazo de su mamá o papá para sentirse bien nuevamente.
- ¡Mantener la calma! Más fácil decirlo que hacerlo, pero lograr mantener la calma o perder el control fuera de la vista de los hijos tiene sus beneficios:
- Los hijos aprenden de sus padres. Por eso, cuando los padres guardan la compostura, los niños aprenden a controlar su comportamiento. Si un padre grita, los niños lo imitarán o creerán que es una reacción normal.
- Los niños tendrán la confianza de acudir a sus padres en todo momento. Los padres que pierden el control suelen generar miedo e inseguridad en sus hijos y no acudirán a ellos.
- Autonomía.- para muchos padres es más fácil sobreproteger a sus hijos y sentir que tienen todo bajo control. Hoy vivimos en mundo que ofrece un sin fin de opciones, y los niños deben estar preparados para saber escoger. Es por eso, que los padres deben enseñar a razonar a sus hijos y dejarlos que poco a poco tomen sus propias decisiones (de acuerdo a su edad).
- Disciplina positiva.- la disciplina es la forma de guiar, orientar y corregir a los niños con respeto, empatía y mediante el ejemplo sin humillarlos, herirlos o agredirlos.
- ¡Sonríe! .- el estrés del día a día muchas veces quita la sonrisa a los adultos. Los niños necesitan ver a sus padres sonreír, especialmente hacia ellos J
- 1 a 1.- encontrar el tiempo para dedicarle a cada hijo un momento a solas es necesario para reforzar la relación y hacerlos sentir queridos y valorados como personas.
- T.E.A.M.O.- 2 palabras que todo hijo debería escuchar de sus padres, ¡constantemente!
Por: Ab. Cristina Valderde Johnson