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El aporte paterno es valioso mientras el bebé está en el vientre materno, durante el parto y los primeros días de vida.

Se menciona poco al hombre cuando se habla de la llegada de un nuevo integrante en la familia, ya que la mujer es quien lo vive de una manera muy especial. Sin embargo, la presencia del padre puede hacer una gran diferencia en la vivencia de esta experiencia.

Convertirse en padre es un verdadero reto y aunque no tenga que enfrentarse a los cambios físicos del embarazo, el nacimiento de su hijo será uno de los acontecimientos más trascendentes de su vida. El estar involucrado en cada etapa, ayudará a toda la familia.

Durante el embarazo

Para comprender mejor a su esposa y comenzar a generar un vínculo con su hijo, es esencial que durante el embarazo el hombre se involucre en todo lo relacionado con el desarrollo de la gestación participando activamente. Su cariño y comprensión serán claves.

1. Acompañar a su esposa a la consultas médicas para conocer el desarrollo de su hijo a través de las ecografías.

2. Recabar información de todo lo relacionado con el embarazo, compartiendo la lectura de libros, revistas y otros materiales especializados.

3. Relacionarse con el hijo a través del tacto acariciando el vientre de la madre. Hacia la mitad del embarazo, el oído del feto es capaz de oír ruidos del exterior. Si el padre habla cerca, su voz será reconocida por el bebé al nacer.

4. Asistir a las clases de preparación al parto. Podrá aprender en primera persona el mejor modo de ayudar a la embarazada cuando llegue el momento del parto.

5. Colaborar en la preparación de la ropa del bebé y de su habitación para compartir la llegada del nuevo miembro de la familia.

6. Colaborar en las tareas de la casa, especialmente si hay otros niños pequeños o si la esposa trabaja fuera del hogar.

7. Aprender a escuchar los sentimientos y emociones de su esposa. Habrá momentos en los que distraerla y animarla será importante esforzándose por comprender sus preocupaciones y estados de ánimo.

Durante el parto

El papel del hombre es insustituible para su esposa durante el parto. Con su presencia y protección, la mujer embarazada sentirá la seguridad de saber que él está firme junto a ella en cada paso preparándose con gran confianza a lo que vivirán juntos como protagonistas.

8. Aportar una inestimable colaboración para que el parto transcurra con normalidad. Su papel activo puede proporcionar serenidad.

9. Imaginar la situación del parto antes de que este llegue, estableciendo un plan de actuación.

10. Transmitir optimismo, tranquilidad y una cierta seguridad que serán de gran ayuda para la madre del bebé.

11. Hablar de forma positiva y elegir palabras con cuidado para dar ánimo como “¡lo vas a conseguir!” sin utilizar frases negativas como “no te pongas nerviosa”.

12. Acompañar con la respiración a su esposa cuando lleguen las contracciones fuertes, y ayudarle a relajarse entre contracción y contracción.

13. Olvidarse del teléfono o de cualquier cosa que no sea su esposa en ese momento para que ella sienta que está siendo acompañada y que toda la atención está en aquello que viven juntos.

14. Evitar el trasiego de familiares y amigos en la habitación; una tarea en la que deberá poner a prueba su diplomacia y buen hacer.

Después del parto

Luego del parto es importante que el hombre pueda reconocer las nuevas necesidades físicas y psíquicas de su esposa tras haber sufrido cambios biológicos tan profundos. El padre ahora tiene un papel importante en el desarrollo armónico de la familia junto con su esposa.

15. Compartir de forma activa los trabajos cotidianos del hogar necesarios para el cuidado del bebé y de la familia.

16. Implicarse en el cuidado del nuevo hijo acudiendo a la consulta del pediatra cuando le corresponda, y anotar todas sus dudas.

17. Comunicarle a su esposa que es preciosa y amada con mucha frecuencia y mostrárselo tiernamente. Cuidar esa relación como el tesoro más valioso que puede darle a su hijo.

Por Cecilia Zinicola, vía LaFamilia.info

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