6 profesiones desconocidas de Jesús nos demuestran ¡que Él no para de trabajar!
¿Sabes cuál fue la profesión de Jesús? «Carpintero», responderás rápido. Pero ¿qué dirías si te cuento que Él fue y es mucho más que un artesano? Sí, «Maestro», adivinarás. O «Médico de almas», dirás. Pero ¿me creerías si te digo que tiene otras profesiones que podrían sonar como desconocidas?
Aunque ya conoces a Jesús, en este artículo te hablaré de 6 (¡sí, 6!) profesiones que tal vez no sabías que Él ejercía. Es más, estoy segura de que hay otras áreas (profesiones) en las que Él trabaja callado, oculto, pasando desapercibido… pero actuando.
1. Psicólogo
Cuando nos acercamos a Él para contarle nuestros problemas, nuestras crisis, lo que nos pesa y lo que nos duele, Él escucha. Él está presente.
Pero no solo eso: hace preguntas. Para que vayamos encontrando la respuesta que no sabíamos que teníamos.
Él no impone una opinión suya, deja que nuestra libertad sea la que se mueva y actúe, a partir de nuestra conciencia formada. Pero sí, está a nuestro lado mientras discernimos esa respuesta. Paciente, escucha. Paciente, espera.
2. Ingeniero
Él construye puentes, construye caminos, construye hogares. Gracias a su trabajo minucioso, constante, permanente, hay tantas cosas que se levantan y no se caen.
La Iglesia, en primer lugar. Un matrimonio cimentado en Él. Una vocación que se construye a su lado. Una familia que se edifica día a día.
Y es un trabajo muy difícil: edificar un sueño divino, alcanzable a las obras de un amor humano.
3. Comunicador
«Anuncien el Evangelio a todas las gentes», es su invitación. Por todos lados y a todos. En persona y por todas las vías disponibles o los medios de comunicación.
Porque Él lo hizo: comunicó con la palabra, comunicó con sus obras, comunicó con el ejemplo. Envío a otros a comunicar.
¡Y fue un gran storyteller! Contó miles de parábolas, muchas que han quedado hasta hoy y siguen dándonos nuevos significados. Nos las contó para hablarnos de una gran historia, la mayor historia. La historia de un Dios enamorado, un Dios cercano, un Dios misericordioso, un Dios Padre, un Dios Víctima, un Dios presente…
Empezó a contar una historia que no acaba. Que resuena con nosotros, que resuena hasta la eternidad.
4. Abogado
Otra profesión de Jesús que puede sonarnos un poco más. Él es la perfecta misericordia, y nos defiende del Enemigo acusador. De todas las maneras posibles, busca salvarnos, busca defendernos, busca librarnos de una condena.
Pero también es la perfecta justicia. No lo olvidemos. Nos advierte que a las malas obras, sobrevienen consecuencias que pueden ser eternas. Pero nos da su ayuda para poder escoger las buenas obras.
5. Enólogo
Cuando Él decía «como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid…» ya podíamos suponer que entendía de esta materia. En su primer milagro se sirvió vino y el mejor vino.
Pero Él no es un «catador», que solo prueba «resultados». Él busca atender y entender a la vid. Como a nosotros. Primero se atiende a la persona, el resultado, el fruto vendrá después. Él nos dice cómo lograrlo: «Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante».
6. Otra de sus profesiones: Licenciado en Hotelería y Turismo
«Id por todo el mundo» fue otra invitación suya. No solo nos pide a nosotros ir a buscar a cada hermano; Él lo hizo primero. Fue de ciudad en ciudad anunciando la buena nueva, y hoy día sigue yendo de ciudad en ciudad.
Ningún lugar es demasiado lejos para buscar a un hijo perdido. Y cuando lo encuentra, lo atiende de tal manera que este puede decir «verdaderamente, este es mi hogar».
Escrito por: María Belén Andrada, vía Catholic-Link.
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