La alimentación equilibrada empieza con el ejemplo y con pequeñas acciones cotidianas.
Para ayudarte en esta misión con los más chicos, compartimos ideas creativas para motivarlos a comer mejor:
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Deja que los chicos cocinen (¡y que ensucien también!)
Involucrarlos en la preparación de las comidas despierta el interés por los alimentos y ayuda a que acepten mejor los vegetales. Puedes dejar que elijan un ingrediente, laven hojas o frutas, o que armen su propio plato — aunque la cocina quede hecha un lío.
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Inventen un “día del color” en la comida
Una forma divertida de promover hábitos saludables es crear el “día del color”: la familia elige un color y preparan juntos platos con alimentos naturales de ese tono — por ejemplo, verde (brócoli, palta, kiwi) o naranja (zanahoria, mango, calabaza).
Ponerle un nombre a la actividad como “misión arcoíris” o “superpoder verde” hace todo más divertido. Los chicos pueden participar desde la elección de los ingredientes hasta la preparación. Al final, pueden charlar sobre lo que más les gustó y hasta dibujar sus alimentos favoritos.
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Convierte la frutera en una obra de arte
Pon una frutera a la vista, bien colorida y con formas distintas. Deja que los chicos decoren con cartelitos, stickers o nombres creativos para cada fruta. Eso despierta la curiosidad y aumenta las chances de que elijan alguna por iniciativa propia.
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Ponles nombre a los vegetales (¡y cuéntales una historia también!)
El brócoli se convierte en “árbol mágico”, la remolacha en “corazón de dragón”. Crear personajes e historias con los alimentos es una forma lúdica de acercar a los chicos a los sabores naturales y hacerlos sentir parte del proceso.
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Cultiven plantitas juntos
En macetas pequeñas, puedes armar una mini huerta con menta, albahaca o cebollín. Eso les enseña de dónde viene la comida y despierta el interés por platos con sabor natural y casero.
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Evita premiar con comida
Cambiar verduras por postres como recompensa puede generar una mala relación con la comida. Es mejor elogiar el esfuerzo o proponer paseos y juegos como premio.
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Apaga las pantallas a la hora de comer
Es importante que los chicos presten atención a lo que están comiendo, aprendan a reconocer la saciedad y disfruten del momento en familia. Siempre que se pueda, sentarse a la mesa sin TV, celulares ni tablets hace la diferencia.
Fuente nutricionista Talía Pinto