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Con este gesto el Santo Padre lanza un mensaje a la comunidad internacional frente a la tragedia impactante de los refugiados.

Este Jueves Santo el Papa Francisco celebrará el lavatorio de pies durante la misa “in coena Domini” con un grupo de doce refugiados que reside en un centro de ayuda en Roma. El Pontífice ha expresado muchas veces, particularmente desde el comienzo del Jubileo de la Misericordia, que es necesario predicar el Evangelio con obras, no solo con palabras; por lo que, mediante el gesto simbólico que realizará el 24 de marzo, el Papa resaltará la importancia de extender la misericordia a todos, especialmente a los más desprovistos y desamparados.

La Misa de la celebración de la Cena del Señor se distingue por incluir el lavatorio de pies de doce miembros de la comunidad, representando a los doce apóstoles. Esta acción se incluye como conmemoración del lavatorio realizado por Jesús durante la Última Cena, con el cual expuso mediante su ejemplo el compromiso al servicio de los demás que todos los cristianos deben tener.

Más de 160 mil refugiados no tienen donde escapar de la violencia de sus naciones.

Desde el comienzo de su pontificado, el Papa Francisco ha sorprendido al mundo con su manera de celebrar la tradición del lavado de pies. En el 2013, durante su primera Semana Santa como Pontífice, el Papa se dirigió a una cárcel romana donde lavó, secó y besó los pies de doce jóvenes, como era su costumbre en Buenos Aires. Desde entonces, ha visitado un centro de cuidado para personas de la tercera edad y una cárcel de máxima seguridad, llevando el mensaje de la esperanza a los lugares que más lo necesitan.

La preocupación mostrada mediante esta acción por la crisis de los refugiados ha sido expresada por el Santo Padre en numerosas ocasiones. En su primer viaje fuera del Vaticano después de ser nombrado Papa visitó la isla de Lampedusa, para llorar la muerte de los 20,000 migrantes que se han ahogado en el Mar Mediterráneo y reclamar la “globalización de la indiferencia”. Asimismo, el año pasado exhortó a todas las parroquias o comunidades religiosas a acoger a una familia de refugiados, lo que corroboró con su ejemplo al abrir el Vaticano a dos familias migrantes.

El gesto que realizará el Papa Francisco este Jueves Santo es un llamado, tanto como para los gobiernos europeos como para cada persona en capacidad de ayudar, a actuar con humanidad y sensibilizarse a las tragedias por las que escapan los refugiados de sus naciones. La Unión Europea aún no sabe afrontar la crisis humanitaria que vive a diario, pero mientras los 26 países discuten sobre qué hacer, más de 160 mil refugiados están esperando hallar un asilo donde escapar de la violencia de sus naciones.


Fuente Aleteia

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