Por Ing. José Miguel Yturralde M.Sc. |
Quito fue la sede de la I Cumbre Mundial de Responsabilidad Social desarrollada el 23 y 24 de octubre. El evento contó con la participación de 20 expertos nacionales e internacionales.
Los temas abordados en el primer día de ponencias fueron: Mipymes (Micro, pequeñas y medianas empresas), consumidores, medio ambiente y academia. En cuanto a Mipymes, Jorge Villalobos, Presidente del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI), resaltó la importancia de fomentar la Responsabilidad Social (RS) en estas unidades de negocio, sobre todo porque, hoy en día, concentran la mayor parte de la actividad productiva de los países.
Jorge Villabobos durante su exposición.
Señaló que en Ecuador, las Mipymes aportan con el 55% del empleo nacional y con el 20% al Producto Interno Bruto (PIB).
En este contexto, es necesario que las Mipymes entiendan que la RS cumple tres roles básicos en una empresa: garantizar bienes y servicios de calidad y accesibles, promover el desarrollo de las personas y crear valor compartido. En este sentido explicó que los beneficios de implementar prácticas de RS van desde la disminución en la tasa de rotación del personal, hasta mejorar la relación empresacomunidad, entre otros.
La familia y la empresa
En el ámbito de la RS interna, Nuria Chinchilla, profesora del IESE Escuela de Negocios de España, abordó la necesidad de implementar la visión de Empresas Familiarmente Responsables en el mundo empresarial, con el fin de encontrar un equilibrio entre
familia, empresa y sociedad. Según explicó, se trata de tener en cuenta cómo impactan las decisiones de la empresa en las familias de sus colaboradores.
De acuerdo a Chinchilla, los problemas de baja natalidad, fracaso escolar y divorcios en España tienen que ver con la falta de una visión “familiarmente responsable” por parte de las empresas.
Para reforzar su tesis, expuso los resultados de un estudio, a través del cual se obtuvo que la principal razón de este tipo de conflicto se debe a que las personas miran al trabajo como algo separado de su vida personal y como dos aspectos que siempre entran en conflicto. La segunda razón es el “qué dirán” sus colegas y jefes si, por ejemplo, el trabajador se retira puntualmente y no hace sobretiempo al terminar la jornada laboral.
A criterio de Chinchilla, las empresas deben incorporar a las familias de sus empleados en sus grupos de interés. De esta manera, brindar apoyo emocional y real; e incorporar regímenes de horarios flexibles, son algunos aspectos que permitan al empleado conciliar el ámbito profesional y personal, disponiendo tiempo para su trabajo y tiempo para sus asuntos personales: tareas de hijos, visita a los padres, atención a la pareja, etc.
Existe una necesidad de implementar la visión de Empresas Familiarmente Responsables en el mundo corporativo, con el fin de
encontrar un equilibrio entre familia, empresa y sociedad.
Al finalizar el evento, se firmó la Carta de Quito, un compromiso para fomentar la Responsabilidad Social Empresarial en el cantón asumido por representantes de todos los actores involucrados: sector público, privado, academia y ciudadanía en general.