Compartir:

¿Diriges un negocio con tu marido? No dejes que su amor pague los costes de la empresa

Poner normas por escrito 

El primer paso para dejar claros los límites entre el trabajo y el hogar es organizar adecuadamente la empresa para que permita una división limpia. Así que empiecen por escribir las descripciones de las tareas y el flujo de trabajo: división de responsabilidades, resolución de conflictos y quién toma la decisión final en departamentos o escenarios específicos.

Una organización poco clara causa discusiones, quejas y confrontaciones que socavan la parte amorosa de la relación. Una disputa con un colega de trabajo no es lo mismo que una discusión con tu marido.

Ser conscientes de cómo y cuándo hablan 

No se trata de restringir completamente las charlas sobre el trabajo en casa, porque eso no funciona a largo plazo. La cuestión es ser conscientes del entorno y pensar qué función tienen que desempeñar según el contexto.

Es fácil meterse en temas de trabajo durante la cena, diciendo algo inocente como, “Cariño, ¿puedes echar otro vistazo a este informe? Creo que hay un error aquí”. Pero eso desencadena en estar mirando de hecho el informe durante la cena o hablar por encima de las cabezas de los niños mientras ellos comen. Así que respiren hondo y quizás cambien la frase a “Cariño, ¿podemos hablar otra vez sobre este informe después de cenar?”. Y a continuación, a ser mamá y papá otra vez.

Dar un poco de libertad 

Puede que te encante trabajar con tu esposo/esposa, pero eso no significa que tengan que estar juntos las 24 horas del día. De hecho, probablemente es mejor si se toman unos descansitos independientes. Incluso pequeños momentos de libertad sirven también, como ir de compras —pueden ir de compras por separado durante unas pocas horas, como mínimo—. Cierta separación puede ayudarlos a valorar la cercanía que tienen codo a codo en el trabajo.

Recuerden también estar casados

Hay un dicho que me gusta recordar a la gente en estos casos: los periquitos primero se alimentan el uno al otro y luego se arrancan las plumas mutuamente. Como psicóloga, veo a parejas que, absortas en sus carreras y en ganar dinero, se distancian aunque estén trabajando juntas. A menudo el motivo es que no buscan el tiempo para desconectar del trabajo para simplemente vivir su amor de esposos.

Para salir adelante en esta empresa hay que tener en cuenta que el capital emocional de una pareja es más importante que el capital comercial, así no será muy difícil de que todo vaya viento en popa.

Vía: Aleteia.org

Compartir: