Según un nuevo estudio de la organización juvenil cristiana británica Hope Revolution Partnership, hay herramientas de evangelización verdaderas y ya probadas, como la propia belleza física de la iglesia, que influyen mucho en la conversión de un joven al cristianismo. Los datos arrojaron que “cerca del 13% de los adolescentes decidieron hacerse cristianos después de visitar una iglesia o catedral”.
El estudio también descubrió algo aún más sorprendente: la “influencia del edificio de la iglesia en la conversión de los adolescentes es más significativa que su participación en grupos de jóvenes, en una boda o en una conversación con otros cristianos sobre la fe”. En realidad, “el estudio sugiere que algunos métodos utilizados por la Iglesia, como los grupos de jóvenes, son menos eficaces para atraer a los muchachos que la oración o la visita a una iglesia”.
Aunque el estudio se ha realizado sólo entre jóvenes relacionados con la Iglesia de Inglaterra, los resultados parecen confirmar lo que muchos centros universitarios en varios países están descubriendo. Por ejemplo, en la iglesia de Santo Tomás de Aquino de la Universidad de Nebraska (EE.UU.), un proyecto de construcción reciente puso a la estructura de la iglesia en el centro de los esfuerzos evangelizadores. Los estudiantes ayudaron a planear el nuevo edificio, construido según la arquitectura tradicional.
Desde la conclusión del proyecto, los resultados han sido claros. El arquitecto Kevin Clark reveló lo que ha sucedido desde la construcción de la iglesia: “es increíble ver a católicos y no católicos participar de la belleza física del edificio; forma parte de la conversación, es una intriga”. La belleza de un edificio eclesial es sólo una parte, o un pequeño paso, pero de acuerdo con los estudios y experiencias recientes, es tan importante que no debe ser ignorado.
Situación parecida sucedió en el Centro Católico de la Universidad de San Pablo en Madison, Wisconsin. La construcción de su nueva capilla está casi concluida y tiene como objetivo inspirar por su belleza. En su sitio web, el Centro explica por qué eligieron construir un edificio de estilo más tradicional: “los estudiantes están sedientos de belleza. La instalación tiene que ser grande, linda y lo suficientemente visible para que los estudiantes se den cuenta. El proyecto tomó elementos de la historia arquitectónica de la Iglesia que incorporan la belleza de nuestra fe, pero también se complementan con el centro de la ciudad de Madison”.