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Todos hablan de lo difícil que es ser mamá, pero nadie habla de lo difícil que puede ser cuando recién te casas. 

De ahí en adelante la conversación recorrió mil temas sobre los hijos, los deseos de matrimonio, el celibato, el libre albedrío entre otros… Sin embargo, el tema eje fue María y su “no vida” desde que fue madre, la misma que ya había dejado “de ser vida” desde que se casó. María es muy querida por toda la gente de esa mesa, está posicionada en su medio de trabajo, se casó hace dos años y tuvo su hija hace 6 meses, la relación con su esposo estaba relativamente organizada hasta que nació la nena. De ahí en adelante no han estado mal, pero tampoco bien, se aman, pero por ahí no pasa el asunto. Entonces la pregunta que quedó abierta esa noche fue: ¿Cómo lograrlo? ¿Cómo no estar siempre cansado con todo lo que representa el cambio de vida del matrimonio?

María y Tony no organizaron la casa al casarse, cuando nació la nena, el desorden fue mayor, eso era lo evidente esa noche, y de lo que las amigas comentaban. Sin embargo, ¿cuál de todas las amigas psicólogas que estaban ahí se lo diría? Tal vez la misma que escribe el artículo y que es cercana a María.

Sugerencias para María y Tony

  • Ordenar las responsabilidades de casa, teniendo claro que la casa es de ambos. Este es uno de los puntos más complicados porque muchas veces, por un tema cultural, se cree que la casa es de “la casada” y listo.
  • Organizar los pagos, ambos aportan por igual, esa es la regla. Esto también es complicado porque no siempre se hace de esa manera. Una sugerencia útil es aportar por porcentajes en referencia al sueldo, no es lo mismo aportar el 50% de 1000 que de 300.
  • Fomentar actividades juntos, siguen debiéndose al amor, a conquistarse, acompañarse y construir de la mano.
  • No olviden los rituales, esos actos que les dan sentido a aquellas fechas que son importantes para la pareja.
  • Crear límites en nuestra casa. Saber quiénes, a qué hora y por qué entran.
  • Revisar cómo nos vamos acomodando en este periodo, cómo te sientes y cómo me siento, festejar las alegrías y acompañar las penas. La comunicación es vital.
  • Antes de ser padres sean pareja, lo mejor es esperar a estar acomodados para recibir a los niños.

Aunque esto suene fácil, no lo es, requiere trabajo y compromiso. El resultado es soñado, es una vida llena de aventuras, de quejas, de sacrificios…

Lo más importante es que el producto serán los aprendizajes, que se aprecian y valoran cuando lo que hacemos es por libre elección, por ganas, no porque nos tocó, porque es lo que había que hacer o porque era el camino más rápido, sino porque lo luchamos.

A los que inician, ¡éxitos y tenacidad para ustedes!

Por: María del Carmen Rodrigo
Psicóloga Clínica
mariadelcarmenrodrigoh@gmail.com

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