¿Cómo tratar el tema de la “ideología de género” con los medios de comunicación social?
Generalmente, varios de los medios de comunicación están “alineados” con políticas gubernamentales o de grandes corporaciones, quienes tienen una agenda de pasar leyes constitucionales según sus intereses. Estos pueden abordar temas como el aborto, perspectiva de género, feminismo radical, matrimonios civiles del mismo sexo… todo esto, bajo el paraguas de una “inocente” búsqueda y defensa de derechos de las minorías.
Los intereses detrás de las acciones
Los 60´s, marcaron un hito en el poder de la influencia de los medios. Al descubrir las farmacéuticas el anticonceptivo, por intereses económicos, se buscó cambiar la mentalidad cultural de modo que se viralizarse el uso de esas medicinas. Este esfuerzo fue de la mano con los medios de comunicación, la educación en las universidades, obteniendo su objetivo: las familias, que antes tenían muchos hijos, se reducen e incluso es mal visto ser familia numerosa.
Mientras se buscaba la igualdad de la mujer, en el trabajo, para votar, para opinar públicamente se pasó de un feminismo sensato y auténtico, que buscaba una igualdad de derechos, a tergiversar los fundamentos, y a partir de “tercera ola”, surge una búsqueda por el derecho a decidir sobre el cuerpo; la igualdad sexual como camino para la “auténtica” igualdad, la libertad para elegir el propio género (sexo), en un ambiente de “amor libre”.
Vemos un fenómeno comunicacional que influyó no solo en temas como políticas anti–natalidad, el control de la cantidad de hijos, sino en la visión de “mujer libre” que tiene que trabajar como los hombres, pues estar en la casa –sin hacer “nada”– es el peor destino que le puede tocar, atando la idea de felicidad con el dinero.
La fuerza de los medios
Estas movidas políticas buscan que los gobierno a través de leyes obligue por ejemplo a los colegios adoptar un currículo con perspectivas de género. Aunque paradójico, puesto que vivimos en una cultura occidental, donde el gobierno no se mete de ninguna manera en el ámbito privado, en lo que respecta a la educación de nuestros hijos, tienen, o quieren adoptar, el derecho pleno de imponer, atropellando la conciencia de los padres, una determinada educación.
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Lo cierto es que, tratar de enfrentarse al gigante de los medios de comunicación, no es tarea fácil, para nosotros padres de familia. Hoy son temas tan candentes, que un católico que tenga la valentía de expresarse en público (coraje que todos deberíamos tener) es tildado rápidamente de fundamentalista fanático, sin, al menos, ser escuchado, aunque tenga argumentos racionales, incluso, sin mencionar temas de fe.
¿Cómo enfrentarlo?
Como alguien preocupado por la educación, formación y crecimiento sano de sus hijos, de la escuela y medios en los que se desarrollan, creo que el esfuerzo apunta a la formación y educación que les toca a los padres. Familia por familia, podemos enseñar la sana aproximación a la naturaleza humana, dejando claro los valores y concepciones que deben regir una cultura que defienda la vida y una visión adecuada de una persona, hombre o mujer. Formar hijos cristianos, que recen y se esfuercen por ser otro Cristo, aunque nos suene algo “fuera de moda”.
Reúnanse y ríjanse por las verdades que profesan, de acuerdo a su opción humanista y religiosa. ¡Ojo! No se trata de formar “guetos”, sino de protegerse del ataque masivo y destructivo de los medios de comunicación que no tienen piedad. Desde esos núcleos de vida cristiana transmitamos a otras familias la aproximación correcta a una visión verdadera del hombre.
Por: Pablo Augusto Perazzo
Máster en Educación.
